Sin embargo, este viernes, día 25, se ha añadido un factor más que ha provocado que el precio de la sandía se recupere y aumente, según ha explicado el director comercial de Nature Choice, Manuel Arévalo, "en torno al 20 por ciento". Se ha tratado, en concreto, como ha asegurado Arévalo, "de un descenso de los volúmenes disponibles de sandía en el campo almeriense. Para ser más exactos, se había previsto un mayor volumen de producto en origen y nos hemos encontrado con que no hemos podido cumplir con todos nuestros compromisos comerciales, ya que la cifra real de producción es entre un 20 y un 25 por ciento menor de lo que esperábamos".

Otro factor a tener en cuenta es que, como ha añadido Manuel Arévalo, "en las fincas que se encuentran actualmente en producción se están encontrando, mayoritariamente, calibres gordos, de más de seis kilos", lo que hace aún más complicado tener la capacidad de cubrir todos los pedidos que, como ha asegurado el director comercial de Nature Choice, "son los normales para estas fechas del año".

En cuanto a las causas de este desbarajuste entre la predicción inicial de buena parte de las comercializadoras y el volumen de sandía que finalmente se está produciendo en el campo almeriense, lo cierto es que ha influido mucho la climatología local. Y es que, durante los últimos 15 días las temperaturas están siendo muy altas, incluso superando, en pocos grados a la media para estas fechas del año. El calor ha provocado un adelanto, de una semana aproximadamente, de la mayoría de las producciones y, por lo tanto, el consiguiente desorden en el canal comercial.

Esta situación, pese a que el productor que esté comercializando sandía estos días sí va a lograr una mayor rentabilidad, no es del todo positiva. El problema radica en que las cadenas de distribución, cuando no consiguen adquirir todo el producto que necesitan en Almería, se ven obligadas a demandar sandía a países terceros y suelen tomarse sus represalias posteriormente con las comercializadoras almerienses en forma de pagar menos por las frutas y hortalizas una vez que se haya regulado el mercado.

Cierto es, no obstante, que tanto la sandía como el melón son dos productos frutícolas con los que cabe un mayor margen de error en la predicción de producción. Así, si bien es cierto que la sandía se suele recolectar en torno al mes y medio después de su cultivo, factores como el clima pueden modificar su recogida varios días, tanto hacia atrás como hacia delante.