El objetivo de este taller, según recordaron desde la propia Fundación, no es otro que "conocer el compost de primera mano"; para ello, a través de sesiones tanto prácticas como teóricas, los participantes han podido, y podrán aún, entender su proceso, los parámetros que determinan su calidad, valorarlo como alternativa a los abonos químicos y evitar los posibles problemas con su uso.

La actividad agrícola almeriense genera toneladas de residuos vegetales que, a priori, suponen un problema para los agricultores, máxime teniendo en cuenta las escasas alternativas de tratamiento de estos residuos con las que cuentan en la provincia. Precisamente por ello, desde Cajamar decidieron poner en marcha este taller, con el que se pretende, además, "evitar ver los residuos como un problema y comenzar a verlos como un producto de gran valor añadido, tanto agronómica como medioambientalmente".

Para ello, a través de las sesiones teóricas, que han tenido lugar en la Estación Experimental 'Las Palmerillas', igual que las prácticas, el centenar de participantes ha podido conocer qué es el compost, cuáles es su diferencia con el estiércol o cómo se produce, entre otras cuestiones. También se han abordado aspectos como qué tipos de restos de invernaderos se compostan o cómo controlar que el proceso se desarrolle correctamente.

En la parte práctica, los participantes han podido revisar el funcionamiento de las diferentes pilas de compost que se está realizando en la Estación Experimental o ver cómo debe realizarse el acopio de restos vegetales.

El taller, que ha tenido una gran acogida entre agricultores y técnicos, seguirá en marcha en junio.



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