La Estación Experimental 'Las Palmerillas', de la Fundación Cajamar, ha acogido las pruebas de una nueva máquina para procesar restos vegetales provenientes de la agricultura protegida y que, sólo en el caso de Almería, suman 90.000 toneladas cada campaña. Según explicaron desde la Fundación, a través de un comunicado, "uno de los principales problemas existentes a la hora de procesar los restos de la agricultura es que para gestionarlos de manera correcta es necesario su picado", lo que hace que se reduzca su volumen y, por tanto, se facilita su manejo. Esto es, precisamente, lo que consigue esta máquina diseñada pro la empresa murciana Talleres Guillén de Archena.

De hecho, según los fabricantes, "la picadora es capaz de procesar una hectárea de invernadero en una hora de trabajo y puede reducir el volumen hasta un 60%, dependiendo del material de origen". Esto, a su juicio, "puede repercutir de manera positiva en el agricultor, que necesitará menos portes para retirar el residuo y, por lo tanto, realizará una gestión más eficiente".

En cualquier caso, y pese a los avances, desde la Fundación Cajamar recordaron que uno de los grandes problemas de la gestión de residuos agrícolas sigue sin resolverse: la separación de los restos de rafia de los restos vegetales para el correcto tratamiento de los residuos. Sobre este asunto, afirmaron que "es necesario seguir trabajando en el desarrollo de rafias biodegradables como alternativa a las rafias plásticas o en técnicas que hagan más fácil su retirada al final del ciclo de cultivo".



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