-Recientemente, AEPLA celebró su XXXV Asamblea General, en la que se analizó el último ejercicio. ¿Qué balance puede hacer de 2011?
-Resulta todo un reto describir el 2011. Sin duda, el último año estuvo marcado por la entrada en vigor del nuevo paquete legislativo fitosanitario en Europa, la ya conocida y denunciada lentitud de nuestro sistema de registro de productos y nuevos acontecimientos como la crisis de la E. coli, el repunte de los precios de productos agrícolas básicos y exigencias totalmente alejadas de criterios científicos por parte de  los supermercados europeos que comercializan productos españoles, que, sin duda, requieren de una acción integral del sector agrícola nacional. A nivel europeo, la industria fitosanitaria, representada por ECPA, presentó su nueva estrategia ‘Time to Change', con la que muestra su compromiso para alcanzar un sistema agrícola sostenible en Europa.

-El pasado año, como menciona, fue el de la entrada en vigor de la nueva normativa comunitaria, el Reglamento 1107 y la Directiva de Uso Sostenible (DUS), actualmente en proceso de trasposición. ¿Hasta qué punto se ha notado esa entrada en vigor en el sector español?
-La aplicación de la nueva normativa comunitaria en materia fitosanitaria, a día de hoy, parece más un deseo que una realidad, pues requiere del establecimiento de recursos, procedimientos, planificación  y cambios de mentalidad. Mientras esto no ocurra, no será posible valorar adecuadamente la nueva normativa y lo que realmente conlleva para el sector.

-Durante la clausura de la Asamblea General, un miembro del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente mostró su disponibilidad para colaborar con el sector. ¿Qué valoración le merece esta disposición?
-En numerosas ocasiones, desde AEPLA hemos lamentado que nuestras autoridades no atendieran las preocupaciones a las que el sector debía enfrentarse y que perjudicaban por extensión al resto de la agricultura española. Por esa razón, agradecemos las palabras que el nuevo director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, dirigió a los asistentes a nuestra última Asamblea, manifestando su compromiso para ofrecer los medios y propuestas de acción dirigidos a resolver los muchos temas pendientes, como la trasposición de la DUS y la puesta en marcha de un Plan Nacional de Acción, la elaboración de una nueva normativa nacional que regule la Orden de Otros Medios de Defensa Fitosanitaria y la reforma de nuestro sistema de registro de productos. En este sentido, reiteramos nuestra propuesta de colaboración, poniendo a su disposición nuestra experiencia y conocimiento para afrontar esta nueva etapa.

-¿Sigue siendo la lentitud a la hora de autorizar nuevas materias activas uno de los principales problemas del sector?
-Sin duda. Por ello, esperamos que la nueva dinámica de reformas que actualmente vivimos, en un entorno de crisis general, llegue también a nuestro sector; pues, sin duda, la lentitud de la autorización es un escollo que está perjudicando seriamente la competitividad de nuestros agricultores y que les sitúa en clara desventaja frente a sus colegas de otros países.

-¿Qué proponen desde AEPLA para solventar esta cuestión?
- Demandamos la adopción de medidas que agilicen el sistema de registro, el más lento de la Unión Europe, con 5 años de media para autorizar un producto, frente a sólo uno en Reino Unido o Francia, a través de la reducción de la complejidad administrativa, como el establecimiento de un claro calendario de acción,  recursos proporcionales a la carga de trabajo y una clara delimitación de las responsabilidades. El objetivo final es la creación de una agencia independiente, o integrada en otra ya existente, para la evaluación de los fitosanitarios.

-El sector de las empresas productoras y comercializadoras de ‘medicinas para las plantas', ¿también se ha visto afectado por la crisis?
-En un panorama de crisis económica y financiera mundial como el que vivimos en nuestros días, es difícil encontrar un sector productivo que no se vea afectado por ella.

-Cada vez es más frecuente la producción y venta de productos a base de extractos naturales y otro tipo de compuestos que garantizan residuos 0. ¿Qué opinión le merecen estos productos?
-Todo el respeto a la utilización de productos de cualquier origen, natural o de síntesis, siempre que sean realmente eficaces. Siempre que se evalúe, también, como en los fitosanitarios, su toxicidad, impacto medioambiental y  la seguridad de los alimentos producidos con su uso. El residuo cero es una etiqueta más que no supone una mayor calidad o sanidad en los alimentos producidos.

-¿Cree que sigue habiendo una imagen confusa sobre los fitosanitarios?
-Por desgracia, así es, y en ello seguimos trabajando. Creemos que es importante que la sociedad nacional sea capaz de identificar  y reconocer el importante papel que nuestros productos juegan para conseguir una producción sostenible de alimentos frescos y de calidad.

-¿Qué importancia tiene esta industria para nuestro país?
- Sin los productos fitosanitarios, las medicinas de las plantas, no sería posible disponer de alimentos sanos, seguros, suficientes y asequibles para todos los consumidores. Resulta imposible, además, imaginar cómo se pueden atender las necesidades alimenticias de una población en constante crecimiento, dentro de un contexto de crisis económica general, sin la presencia de nuestros productos, que garantizan la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.

-¿Y para la agricultura española, en general, y almeriense, en particular?
-En un mundo global como en el que vivimos, las consecuencias a nivel general son aplicables a nivel regional y local. No existen excepciones, pero, además, en el caso de España y de Almería, en particular, éstas son más importantes, si cabe, al tratarse la agricultura de una actividad de gran peso para el conjunto de la economía.

-¿Cómo ha evolucionado el sector en los últimos años?
-El mercado fitosanitario español sigue la evolución marcada durante la última década, sin grandes alteraciones. Durante 2011, la cifra global de ventas de nuestras compañías alcanzó los 653 millones de euros, frente a los 629 del ejercicio anterior.



Isabel Fernández