Sin duda, se continua con unos márgenes comerciales desorbitados que no permiten regular el mercado y que llevan a que tanto agricultores como consumidores se vean obligados a limitar sus posibilidades tanto de producción como de compra.

Seguido del calabacín se encuentran tanto el melón como la sandía, la fruta de verano que se está vendiendo a precio muy bajo en origen. De hecho, por el melón, el agricultor está cobrando alrededor de 26 céntimos de euro, mientras que el consumidor está pagando 1,33 euros por kilo, es decir, una diferencia porcentual del 412%. A su vez, la sandía ha registrado, en el mes de julio, una diferencia porcentual entre origen y destino del 406%, ya que al agricultor se le está pagando 18 céntimos por kilo y el amo de casa lo está comprando a 91 céntimos.

Tras estos principales productos aparecen otros como el pepino (385% diferencia porcentual), la berenjena (372%), el pimiento verde y el rojo (372% y 347%, respectivamente) y el tomate ensalada (162%).



ELENA SÁNCHEZ