Según Maldonado, los gastos en control biológico para una hectárea de tomate ascienden, a lo sumo, a 400 euros, con lo cual, no es de extrañar que, en los tiempos que corren, los productores lo tengan tan claro.

El comercial de Agrobío comentó, asimismo, que desde su empresa son muchas las expectativas que tienen puestas en el avance de la lucha integrada en este cultivo. No en vano, "hace dos años, estábamos en el 30% de superficie con lucha integrada, esta campaña ya hemos llegado al 50% y, para la próxima, creo que superaremos el 70%". La clave, según explicó, ha estado en la mejora del manejo del Nesidiocoris tenuis para el control tanto de mosca blanca como de Tuta absoluta. "La suelta en semilleros está siendo todo un éxito", indicó y añadió que, precisamente por ello, "la lucha integrada en tomate va a ser también todo un éxito en la próxima campaña".

Tras los últimos avances cosechados en tomate, desde Agrobío se han lanzado ahora a por el pepino. En este cultivo, y pese al incremento de superficie con control biológico, aún queda mucho por andar. Precisamente por ello, desde la empresa almeriense confirmaron que están realizando ensayos y pruebas para mejorar la eficiencia de la técnica en este cultivo.



Isabel Fernández