Los ciudadanos y agricultores de Las Norias abordan una nueva campaña de lluvias con miedo. Y es que, aunque las obras de la nueva impulsión de la Balsa del Sapo han comenzado, al no estar terminadas no se aleja el peligro. Desde la asociación han asegurado que son muchos los agricultores que para intentar salir del agujero económico en el que se encuentran debido a las inundaciones recurrentes "se han arriesgado a invertir el dinero que no tienen en una nueva plantación que a día de hoy depende de dos factores fundamentales, como son la finalización de las obras de evacuación y la lluvia".

La lluvia no se puede controlar y ya ha llegado pero en lo que la Asociación Cañada de Las Norias tiene puestas sus últimas esperanzas es en que se controlen al máximo los tiempos de ejecución de la obra, intentando en todo momento que se finalice lo antes posible, puesto que, como han afirmado, "según peritajes de años anteriores están en riesgo unos ingresos que rondan los 2,5 millones de euros, cientos de puesto de trabajo, etc.

Desde la Administración autonómica se ha hecho público que las obras van conforme a lo esperado pero el nerviosismo en los afectados es enorme, puesto que ya se ha consumido la mitad del plazo destinado a la ejecución y todavía falta mucho para finalizar la impulsión.


Rafa Villegas