En cuanto a la distancia actual del agua a la carretera, los técnicos autonómicos han comprobado que es de dos metros. Respecto a la subida de lámina de agua de los últimos días, que desde el 28 de septiembre ha cifrado en 11 centímetros, los expertos de la Junta consideran que "es normal, ya que, además del hecho de que la campaña hortofrutícola está en plena producción, lo que incrementa el volumen de los retornos de agua de riego, hay que tener en cuenta el agua procedente de las ramblas que desembocan en esta zona, así como la subida del nivel de los acuíferos, por las infiltraciones de toda esta agua".

Acusaciones

Como no podía ser de otra manera, la no solución definitiva al problema de las crecidas de la Balsa del Sapo sigue enfrentando a socialistas y populares. Desde la Consejería, por ejemplo, el delegado territorial de Agricultura en Almería, José Manuel Ortiz Bono, ha asegurado que si bien mantienen "la impulsión continua de 180 litros por segundo desde las balsas al mar, es una solución provisional puesta en marcha por la Junta de Andalucía con el fin de defender las zonas próximas a la balsa". No obstante, el delegado ha querido dejar claro que esta medida se pensó "para bajar los niveles de las balsas en las circunstancias del tiempo en que se programó y ejecutó la obra (2007)".

Por todo ello, Ortiz exculpa a la Junta del aumento del nivel del acuífero de varios metros entre finales de 2009 y principios de 2010. Además recuerda que "la obra que deberá poner fin de forma definitiva a estos problemas y, sobre todo, a los problemas de inundabilidad, es el túnel de desagüe de la balsa, que fue declarada de interés general del Estado en 1998 por el primer Gobierno de Aznar, y que fue calificada entonces como de ‘alto riesgo de inundación, con los mayores coeficientes de peligrosidad'".

Del mismo modo, Ortiz Bono ha recordado que "ahora, gracias a las gestiones de la Junta ante el Gobierno, en enero de 2011 se firmó un convenio con la sociedad estatal Acuamed para la redacción del proyecto", redacción que realiza actualmente esta entidad. Además, ha recordado que visto que la solución definitiva aún está en fase de redacción del proyecto, y debido a las continuas subidas de los niveles de las balsas y sus correspondientes inundaciones, la Junta está instalando un bombeo adicional, provisional, para bajar la lámina de agua a una cota de seguridad para personas y bienes.

El delegado territorial insiste en que de haber solucionado el problema en su debido momento el Gobierno central, "todos estos daños provocados por la subida de niveles se hubiesen podido evitar a los ciudadanos, y además la Junta de Andalucía y los contribuyentes andaluces no hubieran tenido que gastar en torno a los 13 millones de euros (7 ya invertidos y 5,8 de la nueva obra de impulsión ya iniciada)".

Sin embargo, Ortiz Bono tiene muy claro que "el actual Gobierno de España no tiene pensado cumplir ni con los afectados ni con sus obligaciones legales, puesto que en el proyecto de presupuestos para 2013 no hay ni un euro para la ejecución de esta imprescindible infraestructura de desagüe".