El presidente de FEPEX demandó a Globalgap, que agrupa a comercializadores, cadenas de distribución y productores, principalmente de la UE, que se debe respetar como mínimo la igualdad de trato de los productores comunitarios con relación a los productores de terceros países, tanto en el contenido de las normas como en los procedimientos de verificación de sus requisitos. Para FEPEX, es impensable considerar que los productores comunitarios reciban un trato discriminatorio en su mercado natural, tanto por razones sociales como por razones de seguridad alimentaria y políticas. 

El presidente de FEPEX pidió, además, facilitar el cumplimiento de los protocolos a los productores comunitarios mediante un proceso de homologación flexible, que incluya tanto los requisitos de los protocolos privados, entre los que se incluye Globalgap, como los derivados de la Política Agraria Común (PAC) en sus múltiples ámbitos: medioambiente, seguridad alimentaria, sanidad o socio-laboral.

Globalgap es un organismo privado que establece normas voluntarias a través de las cuales se pueden certificar productos agrícolas. Entre sus miembros figuran cadenas de distribución, productores, proveedores y miembros provenientes del sector de insumos y servicios dentro de la actividad agrícola. Los productos sobre los que Globalgap establece normas incluyen desde cultivos como frutas y hortalizas, ganado, pesca, piensos compuestos y material de reproducción vegetal.

En el ámbito hortofrutícola, las normas de producción controlada UNE para frutas y hortalizas, desarrolladas e impulsadas en España por AENOR y FEPEX, están homologadas con el protocolo Globalgap. Esta homologación permite que los productores españoles que certifican sus producciones bajo la norma UNE obtengan también la certificación del protocolo Globalgap.

La conferencia de Globalgap se está celebrando en Madrid desde el martes, 6 de noviembre, hasta este jueves.



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