En esta ocasión, tras varios casos de problemas en diferentes partidas de pimiento, en las que se detectaron cantidades superiores a las permitidas de pesticidas o, incluso, fitosanitarios prohibidos, Bulgaria ha sido la encargada, una vez más, de bloquear una partida, en esta ocasión de tomate, que contenía 0,383 miligramos por kilo de formetanate, un potente insecticida y acaricida.

La RASFF ha dado orden de inmediato, tras analizar la partida el pasado jueves, día 24 de enero, de no distribuir el producto y, como no podía ser de otra manera, proceder a su destrucción.

La reincidencia de las partidas de frutas y hortalizas turcas que contienen más residuos de los permitidos o incluso residuos prohibidos es un problema que pone en pie de guerra al campo almeriense, que no entiende por qué la Unión Europea sigue importando producciones de países que no han mostrado la seriedad suficiente y que no trabajan bien, como sí hacen ellos.

Rafa Villegas