El precio del tomate se multiplicó por cuatro entre origen y destino durante el pasado mes de enero. Así se desprende el último Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD), elaborado por COAG y las organizaciones de consumidores UCA-UCE y CEACCU. Así, mientras los productores cobraban, de media, unos 0,42 euros por kilo, los consumidores pagaban en sus tiendas habituales 1,92 euros por ese mismo kilo de tomates. En cualquier caso, y en general, el IPOD agrícola, relativo a los precios de frutas y hortalizas, se redujo en enero ligeramente con respecto al mes precedente y de 3,97 -número de veces que se multiplica el precio del producto entre el origen y el destino- en diciembre de 2012 pasó a 3,97 el mes pasado.

A diferencia del tomate, sin duda uno de los casos más llamativos, otros productos como el calabacín o la berenjena marcaron diferenciales que, no por ser algo menores, resultan menos abusivos. Y es que, dado que ambos productos alcanzaron precios relativamente altos en origen, el margen de beneficios para algunos eslabones de la cadena se redujo ligeramente. De este modo, el calabacín duplicó su precio de origen a destino, pasando de los 0,85 euros, de media, percibidos por el agricultor a los 1,90 pagados por el consumidor; mientras que la berenjena multiplicó su precio por 1,53, desde los 1,26 euros pagados al productor a los 1,92 que pagó el consumidor final.

Otros de los productos más cultivados en la provincia, como son el pepino o el pimiento, tanto verde como rojo, incrementaron sus precios en un 145%, el primero, y un 138%, el pimiento verde, y un 191% el rojo.



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