Respecto al pimiento turco bloqueado, una vez más ha sido Bulgaria el país que ha recibido la partida, la ha analizado y, tras comprobar que sobrepasaba los límites máximos de residuos (LMR) europeos ha procedido a devolverla al país de origen.

En esta ocasión, la RASFF ha notificado que el pimiento turco contenía 0,04 milígramos por kilo de conflentezine, un pesticida para el cual la Unión Europea tiene fijado un máximo en esta hortaliza de tan solo 0,02 miligramos por cada kilo.

Por otra parte, Francia ha sido la encargada de proceder a la destrucción, medida que se ha tomado en este caso, de la partida de judías verdes procedentes de Kenia. Según el informe del RASFF, se han detectado 0,204 miligramos por kilo de clorpirifós-ethyl, un insecticida organofosforado del que el reglamento europeo sólo permite en cantidades inferiores a los 0,05 milígramos por kilo, cantidad que, en esta ocasión, era cuatro veces superior.

Rafa Villegas