En este sentido, aseguran desde el Consistorio ejidense que si la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente hubiera ejecutado el proyecto como estaba previsto inicialmente "tal y como se nos aseguró desde la propia Delegación en Almería", se habrían podido evitar fácilmente los problemas actuales que esta actuación incompleta está generando en el municipio vecino de Roquetas de Mar.

Ante el problema ocasionado por la torpeza que ha demostrado la Junta en el proyecto incompleto de la Balsa del Sapo, no se comprende la hipocresía del secretario general de los socialistas en El Ejido, Tomás Elorrieta, "quien debería haber presionado a sus compañeros de partido en el gobierno regional para que el proyecto incluyera esta actuación de entubamiento en los caminos que cruzan la rambla". "Lo que debería hacer el señor Elorrieta es exigir a la Junta que corrija esas deficiencias del proyecto tomando medidas urgentes que eviten perjuicios a los agricultores, independientemente del término municipal al que pertenezcan".

"Es lamentable que su única respuesta sea la de intentar enfrentar a dos municipios entre los que no existe ningún conflicto y desde donde se ha mostrado siempre plena colaboración ante la actuación en la balsa", apuntan desde el Ayuntamiento. De esta manera, Elorrieta está demostrando ser el mayor de los demagogos al intentar hacer creer que alguien pudiera alegrarse de que agricultores y familias siguieran estando en una situación tan grave y tan crítica como la que han padecido durante años ante la dejadez de la Junta".

Desde el Equipo de gobierno se ha instado a la administración andaluza a que realice las obras necesarias para instalar los tubos que permitan el tránsito de vehículos en los cuatro pasos que se están viendo perjudicados. Insisten desde el gobierno local en El Ejido en que "es incomprensible que en un proyecto de esta envergadura no se haya  contemplado esta actuación, que supondría una inversión mínima frente a lo que ha costado el proyecto, quedando, aún así, incompleto".

Reiteran que se trata sólo de una cuestión de voluntad política, al tiempo que insisten en la necesidad de que "se actúe con urgencia para evitar perjuicios a los numerosos usuarios que a diario transitan estos caminos, al tiempo que se garantice su seguridad.