Para denunciar la situación que está padeciendo, Francisco Manuel Martín López, propietario de una gasolinera en el municipio roquetero y agricultor, no lo ha dudado y se ha sentado con una silla en mitad de la rambla, junto a una de las vías que la cruza, "hasta que el cuerpo aguante", como ha asegurado.

Martín López, que ha contado con el apoyo de decenas de agricultores y vecinos de la zona que han procedido a cortar el tráfico en uno de los puntos de tránsito que cruzan la rambla del Cañuelo, ha asegurado que protestará hasta que solucionen el problema. Y es que, según ha asegurado, "he perdido entre un 25 y un 30 por ciento diario de la facturación en mi gasolinera". Evidentemente, todos los que pueden evitar transitar por estas vías lo hacen y ello repercute en establecimientos de la zona, como es el caso de la gasolinera de Martín.

Los afectados de la rambla del Cañuelo quieren una solución ya. Martín, por ejemplo, no se ha parado a echarle la culpa a uno u otro político pero considera imprescindible que "corten el agua ya y hagan las obras que tengan que hacer para que se acaben los problemas que están causando".

Todos los afectados coinciden en señalar que ellos lo que no quieren "es perjudicar a los afectados por la elevada lámina de agua de la Balsa del Sapo". Exigen, como no podía ser de otra manera, que la solución parcial a un problema no sea a costa de perjudicar a otras personas.

Francisco Manuel Martín López ha asegurado que "lo que no es de recibo es que el agua extraída con el bombeo adicional de la Balsa del Sapo cruce tres municipios y sea justo cuando llega al de Roquetas de Mar cuando se vierta directamente en la rambla provocando todo tipo de problemas".

Es tal la cantidad de agua que discurre por la rambla del Cañuelo que resulta muy complicado cruzarla en bicicleta y supone un claro riesgo de caída para los viandantes. Martín López ha asegurado que, por ejemplo, "esta misma mañana una mujer ha estado a punto de caerse, y eso que iba preparada con unas botas de agua".

Tampoco es lo mejor para los vehículos el cruce de la rambla para continuar por las carreteras comarcales. Martín López ha asegurado que, sin ir más lejos, "a mi furgoneta se le ha ido el alternador y en el taller me han dejado bien claro que el motivo no ha sido otro que el continuo cruce de la rambla del Cañuelo como va de agua".

Cabe recordar que gracias a la puesta de bombeo adicional de la Junta de Andalucía en la Balsa del Sapo se están extrayendo del humedal un total de 680 litros por segundo, algo que ha provocado, como era de esperar, que la rambla, que no es otra cosa que una vía de escape para las lluvias torrenciales, y nada más, se ha convertido en un río que lleva agua a diario y que podría provocar, entre otras cosas, problemas de humedad en los invernaderos colindantes.

Rafa Villegas