De las cuatro partidas de judías verdes que incumplían los requisitos para poder ser distribuidas y consumidas en la Unión Europea, tres procedían de Kenia y una de Nigeria. El producto procedente del país nigeriano ha sido bloqueado en Reino Unido debido a que, según se ha confirmado con los análisis, contenía 0,14 miligramos de cichlorvos, una sustancia que está totalmente prohibida en la UE.

En cuanto a la judía verde destruida procedente de Kenia, las tres notificaciones de la RASSF confirman que ha sido paralizada toda la mercancía en Francia. Una de las tres partidas contenía 0,85 miligramos por kilogramo muestreado de chlorpyriphos, sustancia de la que sólo se permite un máximo de 0,05 miligramos por kilo. En otro envío de habichuelas verdes keniatas Francia detectó un cóctel de pesticidas compuesto por 2,36 miligramos por kilo de acephate, muy lejos de los 0,02 miligramos por kilo permitidos, así como 0,88 miligramos por kilogramo muestreado de metamidofos, del que se permiten unos límites máximos de residuos (LMR) de 0,01 miligramos por kilo. Es por ello que, al sobrepasar considerablemente los LMR, Francia ordenó su inmediata destrucción. Finalmente, la otra partida de judías verdes de Kenia destruida en el país galo estuvo motivada por el hallazgo en laboratorio de restos de dimethoate en una cantidad de 0,09 miligramos por kilo, 0,07 más de lo permitido por la legislación comunitaria.