La estructura del acto ha sido similar a la de campañas anteriores, aunque todo teñido del ambiente especial del décimo aniversario. Los actos han comenzado con la entrega de regalos y documentación habitual en este evento, para dar paso a la intervención del director general de Vegacañada, Francisco López Martínez. Como cada año, sus palabras han supuesto una reflexión conjunta sobre el pasado, el presente y el futuro de Vegacañada y del sector en general.

Tras estas palabras, el director técnico de la empresa, Antonio Algarra, ha ofrecido su también habitual charla sobre planificación de variedades para la próxima temporada. Una acción a la que Vegacañada concede capital importancia, puesto que supone el arranque de lo que será la próxima temporada de cultivo y, al mismo tiempo, representa la coordinación entre los agricultores, los departamentos técnico y de campo de la empresa y también la estructura comercial de Vegacañada, que pone en relación a los clientes de toda Europa y a los agricultores de cuyos invernaderos saldrá el mejor producto para cubrir las demandas de aquellos.

La velada se ha completado con un gran sorteo de regalos entre todos los agricultores, una gran cena para alrededor de 1.000 personas, así como las actuaciones del humorista almeriense Juanma Molina y de un grupo musical, mientras que los más pequeños de la casa disfrutaban con una zona infantil especialmente instalada para la ocasión.

En su intervención, Francisco López Martínez ha querido agradecer su implicación a los profesionales de la empresa y a los agricultores, de los que ha manifestado que "son los principales protagonistas de este acto y también de la estructura de esta empresa, de nuestro negocio que es la agricultura y del objetivo de nuestro trabajo, que es conseguir que el campo almeriense mejore y crezca. Los agricultores nos ayudáis cada día a mejorar como empresa, a comprender el negocio que nos traemos entre manos, a entender la tierra y a trasladar vuestro mensaje. Por eso, aprovechando este cierre de campaña, quiero daros la enhorabuena a todos. Los agricultores, aunque seguramente no os paréis a pensarlo, con el simple hecho de vuestra labor, de vuestra actividad cotidiana, nos dais un espectacular ejemplo de abnegación, de entrega a un trabajo, de sacrificio, de fe en el resultado final y de saber sobreponerse a las muchas dificultades del camino".

Además, el director general de la empresa no ha dejado pasar la oportunidad de reflexionar sobre ese décimo aniversario, apuntando que "hoy recordamos los planos y el movimiento de tierras, nos acordamos del levantamiento de los edificios y de las dificultades iniciales, la primera nave y hasta el primer día de subasta; recordamos cómo han ido llegando e incorporándose al proyecto todos y cada uno de los que hoy nos hemos reunido, los objetivos, las ilusiones, las decepciones que también las ha habido y las habrá, las broncas y las reconciliaciones, los éxitos y algunos fracasos, los grandes días de venta, las jornadas casi sin comer o comiendo casi a la hora que otros cenan, los madrugones, los desvelos pensando en los puñeteros precios, las presiones, los días de cobro, etc. Y ¿sabéis que es lo mejor de todo esto? Para mí, sin duda, lo mejor es que aquí seguimos, que continuamos pensando que todo eso merece la pena, que no es que estemos más viejos sino que sabemos más; que hemos aprendido unos de otros y cada uno de sí mismo, de la tierra, del negocio, de los clientes".

Sobre la situación actual de la empresa, López Martínez ha añadido que "después de estos 10 años, Vegacañada es una empresa sobre la que todo el mundo sabe lo que representa. Aquí no hay otra cosa que trabajar cada día para que el agricultor obtenga la mayor recompensa por sus productos, dejándonos asesorar por los mejores sobre la situación de los mercados, de los productos que se demandan y que dan mejor resultado, sobre las herramientas que nos pueden ayudar, sobre los niveles de calidad que nos ofrecen la mejor recompensa y la mejor valoración", afirmando que "así hemos conformado una forma de trabajar, una identidad de empresa, que se basa en unos pilares muy básicos, pero muy firmes, como la calidad, la innovación y la modernización de procesos y estructuras, el incremento de la competitividad, la apuesta por la calidad, el servicio al agricultor, la elevación de los controles de calidad y seguridad y, sobre todo, la profesionalización de todos los aspectos que inciden y componen el proceso de producción y comercialización agrícola".