Pregunta.- ¿Por qué nace Vegetal World?
Respuesta.- La feria hunde sus raíces en una reflexión interna que realiza Feria Valencia sobre lo que sería el nuevo formato de los certámenes. Nosotros pensamos que el concepto tradicional de feria, donde lo importante era el stand, la azafata y el jamón, está totalmente superado y ahora las ferias son, básicamente, un punto de encuentro y, sobre todo, una fuente de información. La gente va a las ferias buscando información, no buscando producto y, por ello, pensamos que había que trasladar este nuevo concepto de feria al mundo de la agricultura. Trasladamos este planteamiento al sector agroalimentario y vimos que había dos momentos claramente definidos: postcosecha y comercialización e investigación, transferencia y campo. En postcosecha y comercialización hay un líder mundial que es Fruit Logistica y un líder nacional, Fruit Attraction. Sin embargo, en investigación, transferencia y campo no es que no exista la Fruit Logistica del campo en España, tampoco existe en el mundo.

P.- ¿Había entonces un hueco en el mercado?
R.- Desde luego. Es cierto que hay una gran feria de maquinaria en Zaragoza, que en Lérida se han hecho cosas con la fruta dulce, en Almería con los cultivos bajo abrigo... Pero ese concepto de agricultura mediterránea, en general, no existía. Entonces, apostamos claramente por este evento, pero desde un formato técnico, profesional, y donde lo importante no es el producto, sino la información. Más tarde entramos en contacto con la revista Phytoma y decidimos trabajar juntos.

P.- ¿Qué acogida encontraron por parte del sector?
R.- La verdad es que, cuando tuvimos todo esto claro y salimos a vender, la gente lo acogió bien, aunque las empresas nos dijeron que, si realmente queríamos que el profesional fuese a este nuevo certamen y aprovechase el tiempo, había que hacer talleres, demostraciones... Por ello, estamos haciendo talleres de calibración de equipos, de poda e injertos, para semilleros... Queremos que esto sea un punto de encuentro pero, sobre todo, un lugar de trabajo.

P.- ¿Existe la necesidad de un foro de estas características?
R.- Sin ninguna duda. Le puedo decir que yo, que llevo bastante tiempo en Feria Valencia, recuerdo que, cuando empecé a trabajar aquí, cualquier cosa que sonara a tecnología agraria, la buscábamos en Holanda o en Israel. Hoy en día, las empresas de Almería, por ejemplo, saben más que nadie sobre riegos o de cultivos protegidos, mientras que, sobre cambios varietales hay empresas en Extremadura, en Murcia o en Valencia que van muy por delante. En agronutrientes, además, España es una potencia mundial. Le diré que hemos salido a promocionar este certamen en el extranjero y viene mucha gente de lugares que tienen un clima parecido al nuestro. Viene gente del norte de África, de Grecia, Turquía, Italia, del sur de Francia, de Colombia, Ecuador, Chile, Sudáfrica...

P.- ¿El hecho de que la tecnología agraria sea la protagonista es lo que diferencia a Vegetal World de otros eventos?
R.- Desde luego que sí. Yo siempre digo que, cuando el tomate está maduro, ya no entramos. Fuimos a hacer una presentación de Vegetal World en FEPEX, pero nosotros no entraremos nunca en lo que sería postcosecha y comercialización. Ellos ya tienen un gran proyecto, han sido capaces de aglutinar a todo el sector exportador, pero, en nuestro caso, básicamente, nos vamos a centrar en la investigación, la transferencia y el campo.

P.- ¿Se puede llegar a un perfecto equilibrio entre la divulgación y el carácter comercial que, como todas las ferias, también tiene Vegetal World?
R.- Para alcanzar el equilibrio, hay que inculcar un sentido de la profesionalización tanto al expositor como al visitante. Ir a una feria supone un esfuerzo logístico y económico, piensen ustedes que están trabajando. El visitante puede ser el responsable de una explotación, el director técnico de una cooperativa, un almacenista o una empresa de suministros agrícolas que van a estar un día en Valencia y quieren ver cómo alguna empresa ha resuelto el tema de la maquinaria, de los pesticidas y, para ello, le interesa ir a las jornadas. Sin embargo, puede que un ingeniero agrónomo, que está más al corriente de temas de carácter divulgativo, prefiera ‘bucear' en la parte comercial.

P.- ¿Qué objetivos concretos se han marcado para esta edición de la feria?
R.- La verdad es que esos objetivos los hemos alcanzado ya. Queríamos superar los 100 expositores y los hemos superado, queríamos superar los mil congresistas y ya los tenemos, queríamos llenar el pabellón, que tiene 12.000 metros cuadrados, y ya lo hemos llenado. ¿Cuál es ahora nuestro mayor esfuerzo? Conseguir que, verdaderamente, el profesional que venga a visitarnos obtenga tanto información de producto como información de carácter técnico que justifique su desplazamiento.

P.- Evidentemente, la feria nace con afán de continuidad pero, sin lugar a dudas, esta primera edición va a ser una prueba de fuego.
R.- Por supuesto que nace con afán de continuidad. La idea que teníamos era organizar un certamen con carácter bienal. Celebraremos dos ediciones consecutivas, en 2013 y en 2014, para consolidarlo y, a partir de ahí, será un certamen con carácter bienal, aunque estaremos siempre abiertos a lo que diga el cliente.

P.- ¿Cuál sería el balance que le gustaría hacer de esta primera edición de Vegetal World?
R.- Tenemos los expositores, tenemos los congresistas, tenemos el pabellón... Lo único que nos queda es no defraudar al visitante. Para mí sería fundamental que un señor que haga un esfuerzo por venir no se sienta defraudado porque, tras pasar por Vegetal World, habrá podido hablar con técnicos, conseguido proveedores, partners... La agricultura es, ante todo, un negocio y aquí tiene que ganar todo el mundo. Si gana todo el mundo es cuando, verdaderamente, la agricultura tiene futuro.