Pregunta.- Dentro del programa de Jornadas Técnicas de Vegetal World, Cajamar Caja Rural organiza una jornada sobre 'Cultivos emergentes'. ¿Cómo surge la idea para ponerla en marcha y qué objetivos se persiguen con ella?
Respuesta.- En la Comunidad Valenciana, hemos vivido años de malas liquidaciones en los cultivos citrícolas, sobre todo en naranjas y clementinas, y, a raíz de ahí, han surgido los cultivos emergentes o cultivos alternativos. En ese sentido, Cajamar, en apoyo al sector agrario, ha puesto en marcha una línea de financiación gracias a la que, los agricultores que quieran cambiar de variedades o quieran cambiar a esos cultivos alternativos puedan hacerlo. En esta línea, Fundación Cajamar Valencia se ha preocupado de documentarse y contactar con los diferentes especialistas en aquellos cultivos que consideramos emergentes porque están sirviendo, en parte, para paliar esta crisis citrícola. Había parcelas de naranjos y clementinas que se estaban abandonando y cuyo propietario, quizás porque no era un agricultor a título principal, había tirado la toalla. Ahora mismo, está habiendo una cierta recuperación de esas parcelas abandonadas, buscando como alternativas esos cultivos emergentes.

P.- Entre esas alternativas que abordarán durante la celebración de las jornadas se encuentran ciertos frutales de hueso.
R.- Efectivamente. Las frutas de hueso suponen una alternativa muy importante, sobre todo lo que es el melocotón y, dentro de él, los paraguayos y las platerinas. La puesta en marcha de estas plantaciones ha dado lugar a unas liquidaciones interesantes, ligadas, además, a la modernización. Estamos hablando de plantaciones con una cierta innovación, ya no sólo en la forma de plantar, sino también en la forma de cultivar, con nuevos sistemas de aclareo de flores y, por lo tanto, luego, de fruta. Esta última es, por ejemplo, una de las labores culturales que requiere una mayor mano de obra en estos cultivos y que, gracias a esos nuevos sistemas, se puede reducir.

P.- Son cultivos que, por tanto, pueden llegar a ser rentables en la zona.
R.- Ahí está. Tenemos cultivos, como por ejemplo el caqui, que se ha plantado mucho, sobre todo en los últimos años, y cuyo consumo también ha crecido mucho, debido a la nueva modalidad de presentación de la variedad ‘rojo brillante', que es la que, principalmente, se hace aquí y gracias a esas nuevas presentaciones, como el caqui Persimon, que se puede comer como una manzana. En el caso del Persimon, se le elimina la astringencia con determinadas técnicas postcosecha y, gracias a ello, el fruto se puede consumir como una manzana, lo que ha ayudado a incrementar de forma muy considerable el consumo en los últimos años. Aún así hay que decir que las plantaciones se han incrementado a tal ritmo que, de aquí a unos años, podremos ver un cierto desfase entre el aumento del consumo y el de la producción.

P.- ¿Tienen fácil cabida en el mercado?
R.- Así es y, de hecho, en el caso concreto del caqui, se están buscando nuevas variedades que permitan alargar la campaña o bien diferentes tratamientos en postcosecha que ayuden a ampliar lo más posible su período de comercialización.

P.- Esta última es una ventaja no sólo para el consumidor, sino también para la distribución, que podrá contar con esta referencia en sus lineales durante, prácticamente, todo el año.
R.- Desde luego que sí. A los supermercados les gusta ver en sus lineales productos ‘estrella' como pueden ser estos y, cómo no, buscan una continuidad. Desde nuestro punto de vista, intentamos apoyar el producto de temporada, pero la verdad es que los supermercados, cada vez más, buscan la rotura de la estacionalidad y conseguir un producto, sobre todo si es ‘estrella', que pueda estar en su lineal el mayor tiempo posible.

P.- Cajamar Caja Rural ha puesto en marcha una línea de financiación específica para agricultores que quieran cambiar de variedad o iniciarse en estos cultivos emergentes. ¿Están siendo muchos los productores que recurren a ustedes en busca de esa financiación?
R.- La verdad es que sí. Al igual que se abordará en el programa previsto para estos días en Vegetal World, Fundación Cajamar Valencia ha puesto en marcha diferentes cursos itinerantes, que se han movido por diferentes poblaciones, para divulgar este tipo de cultivos y que, al final, han tenido una acogida importantísima y han motivado mucho a los agricultores. Además de los cultivos que ya le he comentado, también les hemos expuesto la posibilidad de plantar kiwi, granado y cultivos subtropicales, como por ejemplo el aguacate. Para hablar de estos últimos cultivos, hemos contado con nuestros compañeros de Las Palmerillas, en El Ejido. Junto a todo esto, tenemos otras propuestas como son los pequeños frutos: arándanos, frambuesas... Todos ellos son productos a los que el consumidor recurre cada vez más por su poder antioxidamente, al igual que pasa con la granada. Y, claro está, no nos podemos olvidar de los hortícolas y, dentro de ellos, lo que en esta jornada hemos denominado especialidades en hortícolas, como pueden ser productos snacks, las lechugas con raíces, lechugas baby leaf... En definitiva, productos que rompen totalmente con lo que estábamos acostumbrados a observar. Los cultivos hortícolas en la Comunidad Valenciana han ido a menos, pero tienen muchas posibilidades.

P.- En el fondo, todos los cultivos de los que habla podrían cultivarse sin problemas en la cuenca mediterránea.
R.- Claro que sí y, es más, para conseguir lo que le decía antes, para tener en el lineal, por ejemplo, lechugas los doce meses del año, pues no sólo hay que quedarse en la cuenca mediterránea, sino que, a lo mejor, hay que subirse a alguna altiplanicie en la época de verano para, por la noche, aprovechar las temperaturas más frescas y evitar una serie de problemas que se producen si cultivamos en las zonas costeras de julio a septiembre. Por lo tanto, en el área mediterránea, pero metiéndonos un poco hacia el interior y llegando a zonas con cierta altitud, existe la posibilidad de producir muchos de estos productos, no los frutales, pero sí muchos de los hortícolas, durante los doce meses del año.

P.- Como ha comentado, muchos de esos cultivos alternativos pueden ser especialidades, ya sean hortalizas snack o lechugas con raíces. ¿Suponen una forma de lograr una mayor rentabilidad para el agricultor y, a su vez, de llegar a un consumidor más exigente?
R.- Estos productos permiten llegar a mercados muy diferentes y de manera muy atractiva. Los snacks, por ejemplo, se venden en máquinas expendedoras con control de temperatura. Igual que compramos bollería, existe ya la posibilidad de adquirir en estas máquinas hortalizas snack. Luego, ya no hace falta irse a la verdulería para adquirir, por ejemplo, un pimiento sweet bite.

Isabel Fernández