La mayor presencia de mosca blanca (Bemisia tabaci) en los invernaderos de Almería ha provocado que, en esta campaña, haya aumentado la presencia del virus de la clorosis del tomate (ToCV) en las fincas, según recoge este lunes la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de la Junta de Andalucía. Aunque sus niveles son bajos, lo cierto es que este virus está presente en todas las zonas dedicadas al cultivo de tomate en la provincia.

Entre los síntomas del virus, tal y como apuntan desde la RAIF, destacan un moteado clorótico irregular en las hojas, que evoluciona hasta llegar a un amarilleo internervial. Asimismo, pueden aparecer manchas de color púrpura que, posteriormente, se necrosan. Junto a esto, las hojas viejas se enrollan y toman un aspecto quebradizo. Estos síntomas aparecen en la parte baja de la planta y se van extendiendo hacia arriba.

En lo que respecta a los síntomas en los frutos, se observa un disminución del tamaño y número y un retraso en la maduración. Asimismo, el desarrollo de la planta se ve reducido.