Junto con los presidentes del Copa y de la Cogeca, el Sr. Pesonen ha discutido la cuestión el pasado viernes con legisladores en Washington en reuniones de alto nivel. Albert Jan Maat, presidente del Copa, ha recalcado los retos y las oportunidades de un posible acuerdo de libre cambio entre la UE y los EE.UU. (TTIP). Ha insistido en que hay buenas posibilidades de alcanzar un acuerdo, sin que el capítulo agrícola resulte ser motivo de bloqueo en las negociaciones. Ambas partes coinciden en que hay potencial de crecimiento por los dos lados del Atlántico.

Desde Washington, Albert Jan Maat, presidente del Copa, ha afirmado "Los lazos entre nuestras economías ya son profundos. El comercio de productos agrícolas entre la UE y los EE.UU. se realiza en unas condiciones justas y representa un total de 4 mil millones de euros a ambos lados. Los EE.UU. son nuestro principal mercado para los productos agrícolas de calidad de la UE. Quizás no sea sorprendente que se observa una tendencia de mercado positiva particularmente para el vino, el queso y la carne transformada mientras que el sector ganadero europeo depende en gran medida de las exportaciones americanas de piensos proteínicos. Las normas de seguridad alimentaria son muy estrictas tanto en los EE.UU. como en la UE, a pesar de algunas diferencias en cuanto a la forma de lograrla."

Y ha proseguido "La mayoría de los logros se obtendrían del levantamiento de las barreras comerciales no arancelarias. Pero se deben respetar también las normas de producción. Los ciudadanos europeos esperan de nuestra agricultura que entregue alimentos y servicios de alta calidad que cumplen elevadas normas de producción. Por esto, es fundamental para nosotros lograr un acuerdo equitativo, que respete las expectativas de los consumidores y las normas de producción europeas al tiempo que garantiza la convergencia reglamentaria donde sea posible."

En particular, la utilización de hormonas y otros promotores de crecimiento en la producción de carne y el empleo de cloro en la producción de pollos no están autorizados en la UE. Los EE.UU. deben respetar esto. Asimismo, se aplican en la UE normas de bienestar animal muy elevadas y las importaciones deberían respetar las mismas normas. Se constata además un creciente interés por parte de los consumidores por los dos lados del Atlántico por el método de producción de sus alimentos," ha declarado.

Christian Pèes, presidente de la Cogeca, ha subrayado el acuerdo con FoodDrinkEurope sobre los aspectos reglamentarios. Ha destacado "Se debe abordar la cuestión de las barreras no arancelarias. Por ejemplo, en el sector de las frutas y hortalizas, las barreras fitosanitarias impiden la entrada de fruta europea al mercado americano. Este es un problema que se debe resolver. Además, el año pasado, la UE ha autorizado el uso de ácido láctico en el tratamiento de las canales de bovinos. Como contrapartida, la decisión política de los EE.UU. de autorizar la exportación de carne de vacuno europea al mercado estadounidense debe entrar en vigor.  De esta manera, se demuestra también el compromiso por parte de los EE.UU."

En respuesta, la delegación estadounidense ha asegurado al Copa-Cogeca que pasará a la segunda fase del proceso, permitiendo la entrada de carne de vacuno europea en cuestión de semanas.

"Debe respetarse también el acuerdo veterinario entre la UE y los EE.UU., con la regionalización, como establecido en el acuerdo de la OMC. El sistema europeo de las indicaciones geográficas (IG), que protege los productos europeos de calidad, tales como el jamón Parma, de imitaciones, ha de reconocerse igualmente. Para los productores de algunas regiones y sectores de la UE, este sistema es fundamental para mantener el valor añadido en las explotaciones agrícolas. Asimismo es importante garantizarles a los consumidores la autenticidad del producto."

La delegación de EE.UU. cree, no obstante, que todos los temas tienen la misma importancia, y destaca la necesidad de poner todo sobre la mesa, particularmente el acceso a los mercados y la alineación de las medidas sanitarias y fitosanitarias.

Para concluir, el Sr. Pèes ha dicho "A pesar de las divergencias de opiniones de los asociados comerciales, la consecución de un acuerdo comercial bilateral global sería beneficiosa tanto para los agricultores europeos como americanos así como para sus cooperativas".