Según la RASSF, en esta partida de pimiento turco en concreto, a la que se le realizaron los correspondientes análisis el pasado sábado, día 22 de febrero, se han encontrado 0,299 miligramos por kilo muestreado de clofentezine, un potente acaricida. Esta cantidad se aleja mucho de los 0,02 miligramos por kilo que se permiten, multiplicándola, concretamente, por 14,95 veces.

Las autoridades búlgaras competentes han vuelto a demostrar su compromiso con el cumplimiento de la legislación comunitaria al realizar un elevado número de análisis y, tras conocer el resultado, proceder a la destrucción total del pimiento para evitar que pueda ser consumido.

La Unión Europea debería plantearse la posibilidad de aumentar los aranceles o imponer sanciones a países productores de frutas y hortalizas, como Turquía, que incumplen prácticamente todas las semanas la legislación fitosanitaria vigente.

Rafa Villegas