Desde el punto de vista de ASAJA, este tipo de campañas sólo traen una imagen negativa de lo que no es una realidad en el campo almeriense, lanzando un mensaje erróneo y añadiendo un eslogan tan conocido, que es lo que queda en la mente del consumidor, y que además puede servir de arma arrojadiza para que los intermediarios hundan los precios del producto almeriense, favoreciendo, de paso, las importaciones de otros países como Senegal, Marruecos o Brasil.

Además, no debería mezclarse la obligación de la labor inspectora que ejerce la Administración con un tipo de publicidad lesiva, que perjudica al sector. El símil empleado con la pesca de inmaduros resulta inaceptable, al igual que las vallas publicitarias sexistas denunciadas hace unas semanas, por lo que ASAJA ha solicitado al delegado que pida disculpas al sector y retire la campaña.

ASAJA quiere dejar claro que los agricultores siguen las indicaciones de técnicos y empresas de comercialización a la hora de iniciar la recolección del producto y que son muy conscientes de que deben cumplir con las exigencias de calidad y sabor; por eso, la organización considera que la puesta en marcha de estas campañas debería replantearse tanto en sus objetivos como en su forma de ser expuesta y difundida y, por supuesto, en su nivel de eficacia.