En Coprohníjar son especialistas en el cultivo de tomate en todos sus tipos, pero sobre todo en tomate cherry, si cabe, una de las especialidades más difíciles de cultivar, pero que para sus en torno a 170 socios, entre socios de pleno derecho y colaboradores, no tiene secretos. "Es cierto que es un tipo de tomate que necesita más mano de obra, pero no resulta muy problemático", explica Juan Segura Morales, presidente de la cooperativa, quien añade que, de hecho, en esta campaña, "esperamos alcanzar los 17 millones de kilos de cherry", cifra que los convierte en "uno de los primeros productores a nivel nacional". El tomate cherry supone en torno al 50% de la producción total de tomate de esta cooperativa y que ronda los 30 millones de kilos. Sin embargo, éste no es el único producto con el que trabajan en Coprohníjar.
"En primavera, hacemos un importante volúmen de sandía", explica Segura Morales, quien especifica que, durante la pasada campaña, la 2012/2013, llegaron a comercializar unos 15 millones de kilos. En Coprohníjar, comenzaron a cortar las primeras sandías durante la primera quincena del mes de abril, gracias, cómo no, al buen desarrollo de los cultivos. "Los cuajes han sido buenos y no hemos tenido problemas con la plantación", señala el presidente de la cooperativa; sin embargo, lo que no está tan claro es, cómo no, "el tema de la comercialización, así que habrá que esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos".
Con respecto a los mercados de destino a los que llega la producción de esta cooperativa ubicada en San Isidro, en Níjar, su presidente detalla que exportan, prácticamente, a toda la Unión Europea (UE), además de a los países nórdicos, Rusia o la República Checa. Y es que prácticamente toda su producción se destina a exportación.

Balance de campaña
Por otro lado, y con respecto al desarrollo de la campaña actual, el presidente de Coprohníjar afirma que, cuanto menos, está siendo "complicada". En líneas generales, "ésta no está siendo una buena campaña para el tomate", lamenta y explica que en ello han tenido que ver tanto la competencia de países terceros como la climatología. "El tomate es, si cabe, uno de los productos que tiene más competencia de países terceros", explica Segura Morales, quien afirma que, obviamente, esos países "nos hacen bastante daño". A esa competencia, llegada fundamentalmente del norte de África, el presidente de Coprohníjar añade la climatología, que sobre todo en los meses de enero y febrero "hizo que se resintiera la calidad de los frutos" y esto, cómo no, tuvo su repercusión en los precios del género.
Coprohníjar afronta ya la recta final de la campaña, donde el tomate cederá el testigo a la sandía como principal cultivo de esta cooperativa.


I. Fernández