Cerca de las 23:00 horas, agentes de la Guardia Civil en cometidos preventivos de seguridad ciudadana, al llevar a cabo su actividad en el paraje abderitano de La Habana, observan un turismo, marca Opel, modelo Astra, con todas las lunas de la zona trasera tapadas, vehículo que circula cargado en exceso y casi rozando en ocasiones el asfalto.

Por tal motivo, los agentes deciden dar alcance e identificar al conductor del turismo, comprobando como éste acelera la marcha al observar la cercanía del vehículo de la Guardia Civil, adentrándose en el casco urbano de la barriada abderitana de Puente del Río.

En su intento de evitar la acción de los agentes, el usuario del vehículo comienza a callejear con la clara intención de despistar a la Guardia Civil, no obstante, y al acceder a una calle de la barriada, no le queda más remedio que detener la marcha al encontrarse con un vehículo que le impide la circulación.

En ese instante, los agentes identifican a su conductor, quien responde a las iniciales de A. B., a la vez que inspeccionan el turismo, observando como transporta una más que importante cantidad de melones, con signos evidentes de su reciente corte.

A la primera cuestión que los agentes plantean sobre la procedencia del género que transporta, A. B. responde de inmediato y sin dudar que los ha cogido de un invernadero.

En principio esta respuesta sorprende a los agentes de la Guardia Civil, quienes realizan una nueva pregunta, respondiendo A. B. de igual modo, añadiendo que ha accedido a la finca tras romper la banda de plástico y los alambres con una tenaza que ocultaba en su vehículo y que en ese momento entrega a los agentes.

En ese instante, la Guardia Civil procede a la detención de A. B., como presunto autor de un delito de robo, interviniendo cerca de la tonelada de melones que transportaba en su vehículo.

A continuación, y como resultado de las pesquisas que realizan los agentes, localizan la finca objeto de la sustracción, contactando con su propietario, quien todavía desconocía el robo cometido en las instalaciones de su propiedad, presentando denuncia durante la mañana del día siguiente en las dependencias oficiales del Puesto Principal de la Guardia Civil de Adra (Almería), cuantificando en alrededor de 3 toneladas el género sustraído de su finca, sospechando los agentes de la implicación de otras personas en el robo, motivo por el que mantienen la investigación abierta.

Las diligencias instruidas por la Guardia Civil, junto con el detenido, fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción nº 2 de Berja (Almería).