En opinión de ASAJA, están más que demostradas la influencia y la repercusión que tienen sobre las producciones locales y sobre el mercado europeo el incumplimiento de los precios de entrada que países como Marruecos han venido realizando en los últimos años. De hecho, esta misma campaña, hasta el mes de mayo, han sido un total de 66 días en los que el tomate introducido ha estado por debajo del mínimo establecido en el actual Acuerdo de Asociación, repercutiendo en la caída de los precios en origen de los productos almerienses. "Esta campaña, el tomate ha sufrido una importante pérdida de valor, en el pasado mes de octubre y noviembre vivimos una situación de crisis muy importante, justo en el inicio de campaña, cuando Marruecos estuvo vendiendo tomate por debajo del precio mínimo durante todo ese período, y posteriormente desde finales de abril hemos padecido otra importante crisis que no hemos conseguido repuntar, casualmente coincidiendo con un nuevo incumplimiento durante todo el mes de mayo en el que han llegado a introducir tomates a 0,33 euros", señala Francisco Vargas.

La organización agraria, que participa en el Comité Mixto Hispano-Marroquí, ha insistido en estas reuniones en la importancia que tiene para los agricultores de ambas orillas el mantener unos precios dignos, sin embargo, el compromiso adquirido hasta la fecha ha sido insuficiente para evitar que se introduzcan al mercado tomates o calabacines por debajo del precio de entrada, distorsionando el mercado europeo y poniendo en riesgo también a los productores de ese país.

Y por eso, desde ASAJA esperan que tanto el Consejo de Ministros como el PE continúen apoyando esta medida propuesta y que no cedan ante las presiones de Terceros Países, que buscan la ambigüedad en las reglas del juego para mejorar sus beneficios, perjudicando a los productores locales.

"Los incumplimientos vividos en la presente campaña demuestran que las fronteras europeas continúan siendo un coladero, por tanto, el refuerzo de los controles, la apuesta por la trazabilidad y la reciprocidad siguen siendo básicos para el sector de frutas y hortalizas", señala Vargas, que añade que, "por eso, el que se clarifiquen los sistemas de exportación puede resultar beneficioso también para los productores de estos países".