La actividad contó con la conferencia ‘Enología y mujer', a cargo de Isabel López, doctora, ingeniera agrónoma y enóloga. A continuación se desarrolló una mesa de debate, en la que participaron dos enólogas almerienses de reconocido prestigio, Rosa María Pascual y Cristina Calvache y concluyó la jornada con una cata maridada, organizada con la colaboración especial de la Asociación de Amigos del Vino.

La actividad vitivinícola, la recolección de uva de mesa y la exportación de dicho fruto fue la principal actividad económica de  la comarca de la alpujarra almeriense y de buena parte de la provincia de Almería entre finales del siglo XIX y principios del XX. Posteriormente se produjo un periodo de decadencia y la cosecha de la uva se abandonó en su mayor parte, quedando como una actividad de abastecimiento doméstico y de ocio. Sin embargo, en los últimos años ha vuelto a resurgir con fuerza en la comarca, que cuenta ya con importantes bodegas y con profesionales altamente cualificados.

Programa Conciliam

La celebración de esta jornada se enmarca dentro del Programa Conciliam, una iniciativa conjunta del IAM y la Federación Andaluza de municipios y provincias. En la provincia de Almería han participado en la primera fase del Programa Conciliam las localidades de Almería, Uleila del Campo, Vera, Vícar; a las que se han unido en una segunda fase  Laujar de Andarax y Roquetas de Mar.

El Programa Conciliam toma como referencia el gobierno municipal y tiene como objetivo contribuir al desarrollo de un nuevo modelo social en el que se hagan compatibles las actividades laborales con el trabajo del hogar, las responsabilidades familiares y el tiempo libre de cada persona, independientemente de su género. Para trabajar en este sentido es necesario adecuar el mercado laboral, el modelo de ciudad, e incorporar la perspectiva de género de forma transversal en las políticas que se desarrollen desde los gobiernos locales.

Facilitar la conciliación desde el ámbito local supone contar con la implicación y la participación de la ciudadanía así como de las empresas y otras organizaciones locales en el desarrollo de nuevas formas de trabajar que promuevan la ética del cuidado. También significa promover un debate ciudadano en el que se fijen las actitudes y posicionamientos conducente a un mayor equilibrio familiar y social en la asunción del reparto del cuidado para facilitar la conciliación.