Pregunta.- SAT Agroiris cumple 20 años, ¿cómo resumiría la trayectoria de la empresa?
Respuesta.- Se podría decir que es fruto de un trabajo constante. Cuando un grupo de agricultores y trabajadores decidimos montar la empresa, sabíamos lo que queríamos y lo que éramos capaces de hacer. Un trabajo constante y una confianza plena en nuestras posibilidades nos han permitido llegar hasta aquí.

P.- Dice que, desde el principio, sabían lo que querían. ¿Qué era y cuáles eran los errores que sabía que no se podían cometer?
R.- Para que esto funcionara, había que tener seriedad con los clientes; a muchos ya los conocía y casi todos confiaron en mí, en este nuevo proyecto. También necesitábamos unos agricultores fieles, que quisieran producir lo que realmente se pudiera vender. Producir por producir es un error que yo creo que se ha cometido muchas veces. Luego, todo esto con claridad y transparencia, que era lo que yo añoraba en otros sitios en los que había estado. Yo lo resumiría en tres palabras: trabajo, seriedad y transparencia.

P.- La transparencia es, precisamente, algo de lo que muchas veces adolece este campo.
R.- Desgraciadamente, sigue faltando transparencia. Muchas veces, el socio, como se dice vulgarmente, se entera tarde, mal y nunca de lo que pasa en su empresa, que es suya. Los socios son los dueños de una cooperativa y ellos son los que mejor tienen que saber lo que pasa dentro, pero, desgraciadamente, esto falta muchas veces.

P.- Trabajo, seriedad y transparencia son los pilares sobre los que se ha sustentado el crecimiento de SAT Agroiris. ¿Hasta qué punto ha crecido la empresa?
R.- Todo ha sido una progresión: más clientes, más volumen... A medida que hemos aumentado el número de socios, han crecido también nuestras posibilidades y hemos tenido que mejorar nuestras instalaciones. De hecho, actualmente, con las últimas incorporaciones, Agroiris tiene cinco centros de trabajo, aunque aún no están como yo quiero que estén. Los vamos a especializar por producto porque los clientes siempre pagan el mismo precio y, para enfrentarse a eso, sólo se pueden reducir gastos. Y eso se consigue con una buena maquinaria. Agroiris tiene la mejor maquinaria del mercado, unos buenos profesionales y una concentración de volumen que permiten abarcar costes.

P.- SAT Agroiris es una de las empresas que, en los últimos años, más ha trabajado por la concentración de la oferta. ¿Era éste también uno de los objetivos que se marcaron al principio?
R.- Agroiris ha estado abierta desde el principio a todos los que han querido trabajar con nosotros. Obviamente, no íbamos a obligar a nadie, siempre he dicho que esto no se podía hacer por la fuerza, pero sí les hemos dado la opción de entrar, de estar unos años de prueba, como ha ocurrido con dos empresas, y luego ellas han decidido. Y, por ello, no desaparece nadie, la única diferencia es que si antes se era socio de una empresa muy pequeña, ahora se es socio de una gran empresa, con todas las ventajas que eso conlleva. Esto último es una cosa que, muchas veces, no se puede medir, pero que, si se pudiera, nos daríamos cuenta de la diferencia entre estar como estábamos y como estamos ahora.

P.- Los principios nunca son fáciles. ¿Hubo algún punto de inflexión en la trayectoria de Agroiris?
R.- La historia, en general, es muy dura y muy cruel. En nuestro caso, al principio, hubo mucha gente que no daba ni un céntimo por esta empresa, aunque también hubo gente que apostó por nosotros. Esto es muy duro. Normalmente, la vida también está llena de anécdotas en las que, cuando alguien rompe una relación con otra persona, no habla bien de ella. Para nosotros, hay mucha gente dentro del sector que es así, no sabemos el motivo, porque nosotros seguimos teniendo la mano abierta y tendida a cualquier empresa del sector, no miramos si es cooperativa, si es SAT, a todo el mundo. Cualquiera que haya venido a Agroiris y haya necesitado algo ha tenido la puerta abierta.

P.- A SAT Agroiris, en general, y a usted como cabeza más visible, en particular, se les ha visto con cierto recelo dentro del sector en más de una ocasión. Pasados estos veinte años, ¿qué le diría a todos aquellos que no dieron un céntimos por la empresa?
R.- El tiempo pone a cada uno en su sitio. Nosotros estamos ahí. Yo puedo decir que a todo el que ha venido a mí y he podido, lo he servido; sin embargo, muchas veces no me he visto correspondido. Si el sector en Almería, algún día, lograra sentarse en una mesa, el valor que nos entraría sería incalculable y de eso tengo pruebas para escribir un libro. Si algún día me retiro y escribo mis memorias, pondré a mucha gente en su sitio.

P.- ¿Es todo una cuestión de egos?
R.- Sí. Es una cuestión de yo soy yo y todos los demás son los de abajo, eso está muy inculcado. Yo soy de los que piensa que no sobra nadie, ahora bien, cada uno debe tener su lugar.

P.- En esta vida todo es susceptible de mejora. Echando la vista atrás, ¿qué habría cambiado, mejorado o hecho de otra manera?
R.- Yo no me arrepiento de nada de lo que hecho. Bien es verdad que, si se hubieran conseguido algunas cosas de las hechas, la situación sería mucho mejor, pero, hoy por hoy, no tengo nada de lo que arrepentirme. Sí tengo un pequeño vacío dentro de mi persona porque yo creo en las asociaciones, pero dentro de un orden, y yo abandoné un día una asociación de productores. Muchas veces pienso que, a lo mejor, estando dentro, hubiera luchado más, pero fue una situación tan difícil que había que estar dentro o fuera. No me arrepiento de lo que hice, pero, posiblemente, tendría que haberlo sopesado de otra manera. Pero nunca es tarde, puede que, algún día, Agroiris vuelva a esa asociación, si las condiciones se dan.

P.- ¿Por dónde pasa el futuro de Agroiris?
R.- Nos encontramos en un proceso muy reciente de ampliación de centros de trabajo y, hoy por hoy, la meta más cercana es especializar estos almacenes en productos concretos, tanto en la producción que tenemos como en productos y variedades nuevas en las que estamos trabajando.

P.- ¿Se atrevería a decir que Agroiris es, a día de hoy, uno de los referentes en este sector?
R.- ¿Quién dice que lo suyo no es lo mejor? Yo no soy el más indicado para responder a esa pregunta, prefiero que lo digan mis clientes y mis agricultores. Lo único que sé es que nosotros estamos al día de pagos con agricultores y proveedores, que nuestros números son buenos y lo demás, pues, bueno, que cada uno haga o diga lo que quiera.

P.- La última pregunta es casi obligada, ¿dónde le gustaría ver a SAT Agroiris dentro de otros veinte años?
R.- Si quiero ser ambicioso, me conformo con estar yo aquí, pero creo que no estaré. Por eso, me vale con que se mantenga todo lo que se ha hecho.