En cuanto al ajuste estructural en el sistema de tributación por módulos que los ministerios de Hacienda y Agricultura tienen previsto realizar antes de 2015, se trata de una medida que sólo podrá aplicarse a una pequeña parte de las explotaciones agrícolas de la provincia. El Gobierno no puede ignorar la realidad del campo almeriense, ya que la tributación por módulos sólo está permitida a explotaciones muy pequeñas, con una superficie media de una hectárea, y que no tengan una facturación anual superior a los 150.000 euros.

De este modo, el ajuste fiscal previsto para compensar el encarecimiento de la energía eléctrica no estará al alcance de la inmensa mayoría de productores de la provincia, con explotaciones de mediano tamaño, que son a la vez las que más han invertido en modernización de riego y las que más empleo generan. "La respuesta del Gobierno al tarifazo eléctrico no puede ser una receta única, se necesita cierta flexibilidad en las medidas a aprobar para que uno de los modelos agrícolas más competitivos del país pueda recibir ese apoyo", explica José Antonio Fernández, presidente de FERAL.

A juicio de FERAL, es necesario completar las medidas anunciadas con otras que los regantes almerienses y andaluces reclaman desde hace tiempo. Es el caso, por ejemplo, de la aplicación de un IVA reducido a la tarifa eléctrica de riego, propuesta que el PP trasladó al Gobierno de Zapatero en 2009 y que no prosperó. Poder realizar contratos que permitan al regante facturar por la potencia realmente consumida es otra de las necesidades urgentes del sector. Todas estas reivindicaciones se trasladarán por escrito al Ministerio de Agricultura a través de FERAGUA, organización regional con la que FERAL actúa conjuntamente desde el inicio de las movilizaciones contra el "tarifazo eléctrico".