Los productores de pepino de la provincia no tienen que preocuparse, al menos de momento, de los daños que el Tomato Leaf Curl New Delhi Virus (ToLCNDV), más conocido como virus Nueva Delhi, pueda causar en sus plantaciones, aunque, eso sí, tampoco deben bajar la guardia.

Según los datos más recientes de la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, la presencia de este virus "se aprecia en la mayoría de las parcelas dedicadas a este cultivo", si bien apenas se detecta en 1 de cada 1.000 plantas, aproximadamente. En aquellas parcelas en las que sí se ha visto el virus, "se puede observar un mosaico en la hoja, una suave decoloración internervial con abarquillamiento hacia abajo".

En cualquier caso, y al menos de momento, la presencia de este virus "no está afectando a la calidad de los frutos y mínimamente en la producción".

Sin embargo, desde la RAIF no pierden la oportunidad de recordar algunas medidas culturales y de prevención de la aparición de este virus, transmitido por la mosca blanca. Así pues, en primer lugar, insisten en la importancia de controlar las poblaciones de mosca blanca, así como en el uso masivo de trampas cromotrópicas para el seguimiento y captura de insectos vectores de forma previa, incluso, a la plantación.

Cómo no, se hace fundamental mantener el invernadero lo más hermético posible y, en su caso, la colocación de mallas en las bandas y cumbreras de la finca de una densidad mínima que impida la entrada del insecto vector.

Por último, la RAIF recomienda la colocación de una manta térmica sobre el cultivo libre del vector desde el inicio hasta que agronómicamente sea recomendable retirarla.