La primera de las charlas fue ofrecida por Pedro F. Mateos González, profesor del Departamento de Microbiología y Genética Molecular de la Universidad de Salamanca, quien habló acerca de las interacciones beneficiosas: plantas - bacterias. Aquí, el profesor explicó que "las bacterias beneficiosas son aquellas que ayudan al incremento y desarrollo de la producción vegetal". Mateos hizo un recorrido sobre el pasado y el futuro de la alimentación mundial, explicando que con el incremento, cada vez mayor, de la población, la producción de alimentos debe aumentar del mismo modo, por lo que se necesitan una serie de componentes que permitan el buen hacer de dicha acción.  En este sentido, el profesor de la Universidad de Salamanca indicó que los principales objetivos actuales de las instituciones europeas es "mantener la importancia que el medio ambiente tiene para esta actividad, así como seguir potenciando su respeto, al igual que la disminución del uso de fertilizantes en la producción de alimentos". Mientras tanto, el escenario que se está planteando para el futuro, según Pedro Mateos es "aumentar un 60% la producción vegetal y un 56% la producción de energía. Igualmente, resulta fundamental mantener la seguridad alimentaria, porque esto repercutirá en una población más saludable". Seguidamente, hizo un resumen acerca del beneficio que los elementos probióticos tienen en las plantas, ya que éstos ayudan a las mismas en su crecimiento vegetativo, además de que también evitan que los patógenos se muevan por la planta.

A continuación, el turno fue para Xavier Monfort, responsable de Bioestimulantes y Fitonutrientes de Sapec Agro, quien habló acerca de las características de Microsoil, un acondicionador orgánico de suelos y sustratos compuesto por una suspensión concentrada natural de microorganismos beneficiosos, enzimas, activadores específicos y bionutrientes: minerales, vitaminas, polisacáridos y polipéptidos. Según Monfort, Microsoil hace que la planta sea más fuerte y resistente a cualquier situación de estrés, además de que ofrece una mejor calidad de fruto y más ventajas comerciales, por no olvidar que permite que el cultivo sea más longevo y, por lo tanto, el agricultor pueda contar con un ciclo productivo más largo.

Finalmente, la tercera y última charla estuvo protagonizada por Miguel Ángel Domene, responsable del Área de Alimentación y Salud de la Estación Experimental Cajamar Las Palmerillas. Durante su intervención, Domene mostró los resultados obtenidos en el estudio llevado a cabo por Las Palmerillas con el producto de Sapec Agro, Microsoil, ensayos realizados en tomate y pimiento, con el fin de ver los efectos que dicho producto tienen sobre el suelo y la planta. En este sentido, Miguel Ángel Domene adelantó que la aplicación en tomate se llevó a cabo el 7 de octubre de 2014, mientras que en pimiento fue el 3 de septiembre del mismo año, con una dósis de 1L/Ha.

Los resultados en cuanto a producción y calidad del fruto en pimiento demostraron que, con Microsoil, la producción kilo por metro cuadrado es mayor, que si no se aplica dicho producto, así como también se obtuvo 3,2 frutos más por metro cuadrado. Además, el peso medio fue de 30 gramos más por fruto, en comparación con el testigo, y se lograron 15.000 kilos más por hectárea y el fruto también registra más grados Brix. En cuanto al calibre, el 78 por ciento de toda la producción estaba formada por frutos de calibre G y GG (44% de calibre GG, y un 34% de calibre G).

Por otro lado, en cuanto a los resultados obtenidos en el ensayo de tomate, éstos demuestran que la producción con Microsoil fue de 13.750 kilos más por hectárea respecto al testigo, así como también se pudo observar que se lograron cinco frutos más por metro cuadrado, mientras que en cuanto al peso se refiere, los frutos de la planta tratada con Microsoil conseguían 11 gramos más que el testigo. En cuanto al calibre, el 88 por ciento de la producción total era de calibre M y MM (60% calibre M y 28% calibre MM), consiguiendo, a su vez, 20 frutos más por metro cuadrado en comparación con el testigo.

En definitiva, la producción tratada con Microsoil ofrece un fruto más ancho y largo, con más espesor de pared, más jugosidad y un mayor valor de la cosecha, así como frutos con más grados brix y color.


Tras la finalización de la última charla, se procedió al turno de preguntas por parte de los asistentes, que se mostraron muy interesados, en todo momento, en Microsoil y en todos los beneficios que este producto supone para la planta.


Elena Sánchez

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