Pero, en cualquier caso, no es el único. Al aspecto climático, con temperaturas muy altas, Ceppi une "una carga de mosca blanca altísima el inicio del ciclo de cultivo, cuando la planta aún estaba pequeña y los insectos auxiliares no se habían instalado aún". Esa alta presencia de mosca blanca en los cultivos hizo saltar la alerta ya en el mes de agosto, sin embargo, hoy por hoy, si bien sigue habiendo presencia de plaga en los cultivos, "las fincas que aún no tienen una buena presencia de insectos beneficios son las menos".

En cualquier caso, Ceppi considera que lo sucedido al inicio de esta campaña puede ser un ‘toque de atención' al sector, que si bien no cree que se haya relajado en el uso del control biológico, sí apunta a que "se ha convertido en una rutina". "No es que los agricultores lo descuiden, los agricultores saben la importancia que tiene, pero se ha convertido en una rutina", comenta Ceppi, quien insiste en que, aunque ésa sea la percepción general, lo cierto es que "el control biológico es algo que cambia todos los años y cada año requiere de una solución diferente".

De lo que no tiene duda el director comercial de Koppert España es de que, pese a todo, "hay que seguir trabajando en la prevención" y prevenir pasa por realizar las sueltas adecuadas también en los cultivos de primavera. "Si queremos tratar de manera preventiva, hay que empezar a tratar los cultivos de primavera con control biológico para que, en general, haya menos mosca blanca en el campo y, cuando empecemos un nuevo cultivo, haya poca presión de mosca".

Preguntado sobre el solapamiento de ciclos de cultivo y sobre la coincidencia en el campo de fincas aún en producción con otras que ya han arrancado, Ceppi lo tiene claro: "Puede ser una de las causas de mayor presencia de plaga en determinados momentos y puede hacer el problema más grande, pero yo lo veo más como una oportunidad para hacer las cosas mejor". Y es que, para el director comercial de Koppert España, "si todo el mundo estuviera haciendo las cosas bien, si todo el mundo terminara su cultivo con control biológico establecido y con casi nada de mosca blanca, sería magnífico y sería una buena oportunidad para que el sector sea más fuerte, para que, por ejemplo, hagamos pimiento durante todo el año y que el sector se pueda diferenciar". "A nivel económico -continúa- es una oportunidad para que Almería no sea sólo proveedora de pimiento de noviembre a febrero, sino que sea un proveedor global".

A su juico ésta es la forma en la que debe avanzar el sector, mirando siempre hacia delante, "intentándo hacerlo mejor y alcanzar un reto más". Sin embargo, reconoce que no toda la culpa es del agricultor. La industria, por su parte, también ha cometido sus propios errores. "La industria ha convertido el producto del control biológico en un commodity, en algo que no tiene valor añadido, sino el mero valor industrial", lamenta y añade que, "al haberse quedado en un commodity puro, algo que se produce a un coste X y se vende a un coste X+1, las grandes empresas están perdiendo el interés por la investigación", algo que, anualmente, les supone una inversión "bestial".

I+D
Pese a todo, en Koppert siguen manteniendo la misma filosofía de hace años y que se resume en conseguir soluciones sostenibles que no sólo contribuyan al crecimiento de la agricultura, sino que también, a largo plazo, permitan mejorar el entorno en general. En este sentido, Valter Ceppi comenta que "nos sentimos orgullosos de haber participado de la ‘Revolución verde' de Almería, pero ahora tenemos que participar en el desarrollo de la agricultura en general". Dentro de esta voluntad de participación, la empresa está trabajando con cultivos como las berries, los frutales, e incluso, en cultivos extensivos, ya que su objetivo es que, "en diez años, podamos tener presencia en el 100% de los cultivos de España". En esta línea, comenta que "ya estamos creciendo en cítricos y en berries y ahora nos estamos lanzando a los cultivos extensivos". Pero todo ello sin perder de vista Almería.

En la provincia, "estamos trabajando mucho en el suelo, en la introducción de materia orgánica para convertirlo en un suelo rico, equilibrado y que la planta pueda decidir ‘qué quiere comer'". Asimismo, en Koppert España siguen profundizando en la microbiología para, así, no sólo tratar una plaga, sino también "satisfacer" las demandas que pueda tener una planta. "Estamos cada vez más convencidos de que ésta es una línea de futuro", apunta Ceppi, quien añade que, en cualquier caso, "el marco legal supone un freno, ya que a los dos años, más o menos, que supone el desarrollo comercial, hay que sumar varios más a causa del sistema legal".

En cualquier caso, y a pesar de las dificultades, para el director comercial de Koppert España, "el futuro es bonito". "Tenemos la tecnología, y el resto de empresas también, pero falta voluntad". Una voluntad que para Ceppi debe llevar al sector mucho más allá de la producción agrícola y que consiste en la utilización de todo lo que se genera alrededor de un invernadero para poder hablar de la sostenibilidad del sector con mayúsculas.