Los precios de todos los productos que se comercializan en la provincia se han venido abajo en los últimos siete días, fruto, según apuntan desde el sector, de la sobreproducción. De este modo, pepino, berenjena o pimiento, por citar sólo algunos ejemplos, han perdido, como poco, 0,20 euros por cada kilo comercializado.

Según los datos difundidos este miércoles por COAG Almería, el pepino tipo Almería ha pasado de cotizar, el 4 de noviembre, a 0,70 euros a hacerlo, justo una semana más tarde, a 0,41 euros el kilo. Pero éste no es el único producto que ha visto seriamente mermadas sus cotizaciones. La berenjena ha pasado de venderse a 0,55 a 0,30, el calabacín fino de 1,63 a 0,90, el tomate de 0,43 a 0,34 y, por último, los pimientos, dependiendo de qué tipos, han perdido entre 0,10 y 0,20 euros por kilo. Así, si el italiano verde se vendía el pasado 4 de noviembre a 0,69 euros, hoy por hoy, está en torno a los 0,55, mientras que, en el caso del lamuyo rojo, ha pasado de 1,25 a 1 euro el kilo.

Esta situación ya fue trasladada el martes, 10 de noviembre, por el secreterio provincial de COAG y responsable estatal de Frutas y Hortalizas de esta organización agraria, Andrés Góngora, al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA); un encuentro en el que la organización planteó al MAGRAMA una serie de medidas que, a su juicio, servirían para proteger las rentas de los productores ante las caídas de precios, entre ellas la revisión al alza de los actuales precios de retirada. Con las medidas propuestas, según apuntaron desde COAG Almería, se pretende que las comercializadoras hagan uso de los mecanismos de gestión de crisis para prevenir las bajadas injustificadas de precios.

Además de la revisión al alza de esos precios de retirada, desde la organización agraria propusieron al MAGRAMA la creación de un sistema de gestión de crisis grave, "universal y accesible para todos los productores, con financiación 100% pública y que se active de forma automática en estas situaciones", impulsar el sistema de no cosecha o coseha en verde, actualmente previsto por la OCM, o implantar medidas que permitan prevenir crisis más que gestionarlas; para ello, "se debe aumentar la información y transparencia en las previsiones de producción, pero también respecto a la demanda y las necesidades de la cadena", concluyeron.