El virus del Nilo Occidental y el virus de la encefalitis se localizan en Estados Unidos. La fiebre del dengue se encuentra en el sureste de Estados Unidos, aunque es poco frecuente. Otras enfermedades, como la malaria y la fiebre amarilla, son mucho más comunes en las zonas tropicales del mundo.

En la actualidad y debido a la alarma sanitaria mundial desencadenada por el virus Zika, destaca la gran importancia en la investigación y desarrollo de productos insecticidas,  con perfiles inocuos para el ser humano y sostenibles para el medio ambiente, que aseguren control de mosquitos vectores de enfermedades (Culex sp, Anopheles y Aedes albopictus, conocido como mosquito tigre)

Por el momento no hay vacunas  ni tratamientos específicos  para la enfermedad provocada por el virus Zika. Por ello, la mejor forma de prevenirla  consiste por un lado en el control de las poblaciones de los insectos vectores y por otro en la protección frente a las picaduras.

En este contexto, Sumitomo Chemical,  empresa japonesa que basa su misión, visión y valores en la investigación y desarrollo de soluciones para el control de plagas, aporta a través de sus fábricas en Estados Unidos de Valent BioSciences Corporation una amplia gama de productos bioinsecticidas para el cuidado del medio ambiente rural, urbano, forestal y también en la prevención de sanidad pública.

Estos productos se comercializan en España y Portugal a través de su filial Kenogard, empresa que cuenta con experiencia técnica en tratamientos forestales y de sanidad pública en la lucha de plagas como Procesionaria, Langosta y Lymantria en bosques, así como en el control de insectos vectores de enfermedades sanitarias como el Chikungunya, Zika y Dengue.

Entre estos insecticidas biorracionales destacan las soluciones a base de Bacillus thuringiensis. Estas soluciones innovadoras y de eficacia probada son insecticidas microbianos, obtenidos a través de procesos de fermentación como método alternativo a productos químicos de síntesis e incluso están recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su uso en agua potable.

Bacillus thuringiensis es una bacteria esporulante aerobia Gram +, presente en la naturaleza, principalmente en el suelo y en las hojas de las plantas. Existen miles de cepas de Bacillus thuringiensis, pero sólo algunas de ellas han sido identificadas y usadas para la producción de insecticidas biológicos. Debido a su gran especificidad resulta inocua para los mamíferos, los pájaros, los organismos acuáticos y los insectos útiles, pero letal en caso de ingestión para centenares de especies de insectos dañinos, siendo una alternativa responsable con el medio ambiente animal y humano.

La durabilidad del conjunto de sus proteínas disponibles y la eficacia de los productos a base de Bacillus thuringiensis, dependerá en gran medida de la calidad del proceso de fabricación (diseño del medio de cultivo, condiciones asépticas, nutrientes para el crecimiento del microorganismo). Proceso que Sumitomo Chemical a través de sus plantas de Valent BioSciences en Osage - Estados Unidos, certifican y garantizan.

Dentro de nuestra diversa gama de insecticidas biorracionales, en Kenogard contamos con el Bacillus thuringiensis subespecie israelensis, presente con 3 formulados diferentes, con objeto de adecuarnos a las necesidades técnicas de aplicación de la plaga que se pretende controlar, bajo los nombres comerciales de VectoBac 12 AS (Bt israelensis con 1200 U.I.T/mg - suspensión concentrada - líquido), Vectobac G (Bt israelensis 0,2 millones U.I./g en gránulo), y Vectobac WG (Bt israelensis 37,65% en gránulos dispersables en agua)  y que son específicos para el control de mosquitos y simúlidos (mosca negra).

Además también contamos en nuestro catálogo con el producto VectoMax FG, combinación de Bacillus thuringiensis subsp. israelensis 4,7% y Bacillus thuringiensis subsp. sphaericus 2,9% en granulado fino. Este bioinsecticida combina el efecto de dos subespecies de Bacillus con contenidos de proteínas y toxinas  que resultan muy efectivas por sus elevada persistencia (de 3 a 6 semanas) en el control de larvas de mosquitos en zonas polucionadas y con alta materia orgánica.

Este control biológico de los insectos vectores de transmisiones de enfermedades debe realizarse siempre en su fase larvaria y en el medio acuático donde se crían, ya que el producto  formulado con Bt israeliensis contiene diferentes proteínas que una vez aplicado, ya sea en aguas estancadas o en el curso de agua corriente, produce la germinación de las esporas y producción de toxinas que afectan a las larvas de mosquitos, causando su muerte en cuestión de horas. De esta manera, atacando al comienzo del ciclo de vida del mosquito en su fase larvaria, prevenimos su conversión en adulto (mosquito transmisor de enfermedades).

Finalmente, como recomendación, la forma más sencilla, efectiva y económica para combatir los mosquitos es no dejarlos criar, evitando la acumulación de agua, siguiendo las siguientes pautas básicas:

• 1. Limpiar los canalones de hojas
• 2. Eliminar o reciclar desechos (como los neumáticos viejos)
• 3. Tapar los depósitos de agua ya sea herméticamente con tapa o con tela mosquitera
• 4. Colocar peces en estanques, que se comerán las larvas de mosquitos
• 5. Eliminar objetos que puedan acumular agua
• 6. Vaciar el agua de sumideros o tratarlos periódicamente con un producto larvicida como VectoBac.
• 7. Vaciar los cubos y recipientes que puedan acumular agua
• 8. Colocar boca abajo o cubierto cualquier recipiente como carretillas de jardín, etc.