La campaña, que no difiere mucho de la que se viene realizado desde 2014, coincide con el periodo de finalización de la campaña agrícola y el de preparación de la próxima temporada. Tal y como viene siendo habitual, esta iniciativa se ha iniciado con trabajo de campo que los técnicos del área de Agricultura han llevado a cabo en el propio entorno rural, donde han realizado más de 1.000 visitas a explotaciones agrarias del municipio afectadas para comprobar el estado o no de sus sistemas de recogida, así como el nivel de impermeabilidad existente en la zona.

En la actualidad, y tras finalizar dichas comprobaciones, son ya más de 600 las circulares que se han enviado ya por parte de la concejalía de Agricultura para notificar a los agricultores deben de adaptar sus fincas a la normativa vigente en materia de recogida de agua, teniendo que establecer para ello las medidas pertinentes en lo que a actuaciones se refiere.

A este respecto, desde la concejalía de Agricultura se explica y se hace especial hincapié en que una de las principales exigencias que establece el PGOU, y que recogerá también la futura ordenanza municipal en la que está trabajando el Consistorio, es la obligatoriedad de contar con instalaciones que absorban el agua de lluvia y las propias de condensación hasta alcanzar el umbral de escorrentía existente en nuestro municipio, el cual está establecido en 35 litros por metro cuadrado. Esto es así debido a que el plástico de cubierta impermeabiliza una superficie de terreno que, en condiciones normales, dispone de una capacidad de filtrado de agua de lluvia.
El concejal de Agricultura, Manuel Gómez Galera, ha reconocido que "la respuesta está siendo más que positiva por parte de los agricultores, puesto que el 90 por ciento de los que han sido informados han procedido ya, y en un periodo corto de tiempo, a implantar las medidas recomendadas por los técnicos para adecuar, modernizar o implantar sistemas de recogida de agua a sus explotaciones".

Sin duda, es "el alto grado de concienciación que adquieren los agricultores durante esta campaña en torno a esta necesidad es una de las razones por las que se pone en marcha esta campaña" que, como bien ha dejado claro Gómez Galera, "no tiene una finalidad sancionadora, sino de informar en torno la necesidad de cumplir la normativa, modernizar las estructuras para contar con un campo más ordenado y preparado para absorber las aguas pluviales y el volumen de escorrentías que hay en la zonas rurales".

Se trata de "realizar inversiones y un esfuerzo entre todos para que nos impliquemos en esta nueva modernización y ordenación del campo, ya que contar con unos buenos sistemas de recogida de pluviales permitirá al agricultor no sólo mitigar anegaciones, sino evitar daños sobre fincas colindantes, muros y arrastres de arena, así como los perjuicios que estas situaciones provocan en carreteras, caminos rurales, ramblas y canales de riego o calles públicas del municipio", dice Gómez Galera.

Además, el edil insiste en que la aplicación de las opciones que establece la campaña "tendrá una repercusión ambiental positiva, ya que aportar un mejor aprovechamiento del agua del regadío, bien porque se recoge y la reutiliza en la propia finca o por el hecho de poder aplicarse como recarga para los acuíferos". En ambos casos, según establecen las recomendaciones del Consistorio, deberá de disponerse de sistemas para decantar tanto el blanco España que se utiliza para blanqueo como la suciedad que pudiera arrastrar el agua de lluvia.

Por último, el concejal ha dado a conocer la posibilidad que se ha establecido a los agricultores de poder contar con el asesoramiento específico de los técnicos de la propia concejalía de Agricultura en torno a los diferentes sistemas, métodos o estructuras existentes para dotar a un invernadero de unos óptimos sistemas de recogida de pluviales, siendo esta información totalmente gratuita.