Técnicos de Koppert han tenido la oportunidad de conocer en profundidad los cultivos que se realizan en la finca, situada a casi 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, rodeada por los tradicionales almendros, olivos y viñedos que dibujan el paisaje del valle de Laujar. Tras la visita de campo, los técnicos de Koppert impartieron unas charlas de divulgación dirigidas a los monitores y pacientes para explicar cómo son las interacciones de los enemigos naturales con las plagas más habituales en la zona.

Con la introducción del control biológico de plagas, se espera mantener el rendimiento del huerto sin influir negativamente en la pérdida de biodiversidad del suelo. Precisamente, durante la charla se explicó que la lucha convencional contra plagas, basada en tratamientos poco selectivos con agroquímicos, destruye los microorganismos de la tierra y daña irremediablemente el equilibrio biológico del suelo, que es fundamental para que las raíces de las plantas estén sanas.

Para Koppert, uno de los objetivos de esta colaboración altruista con la asociación Noesso es convertir este huerto terapéutico en una referencia en la comarca alpujarreña y contribuir a que los pequeños agricultores de la zona descubran los beneficios ambientales y la mejora de la calidad del fruto, todo ello gracias a llevar a cabo un control de plagas respetando las reglas escritas por la naturaleza.

Durante la jornada de convivencia, los técnicos de los departamentos de I+D y Microbiología de Koppert estuvieron acompañados por la presidenta de Noesso, Maria Luisa Martín, y por Juan Sánchez Miranda, director de esta asociación sin ánimo de lucro que ofrece respuesta terapéutica y educativa a quienes sufren algún tipo de adicción, presentan trastornos de conducta o se encuentran en situación de riesgo.