El resto de hortalizas mayoritarias de la provincia (tomate, berenjena, calabacín, judía y pepino) se prevé que pierdan hectáreas. De este modo, la superficie cultivada de calabacín podría caer un 1,7%, hasta las 7.500 hectáreas frente a las 7.630 de hace un año. También el pepino perdería superficie, un 4,4% menos, hasta situarse en 4.800 hectáreas, cuando en la campaña pasada se cultivaron en Almería 5.026 hectáreas de esta hortaliza.

Berenjena y judía también pierden superficie, la primera, un 4,3%, hasta las 2.200 hectáreas frente a las 2.300 de un año antes, y la segunda, un 2,9%, quedándose en 1.300 hectáreas, cuarenta menos que en la campaña 2015/2016.

Mención aparte merece el tomate que, si bien continuará siendo la hortaliza más cultivada, con 10.700 hectáreas en producción durante la próxima campaña, perderá superficie; en concreto, un 2,1%, dejando, de este modo, muy atrás, las 10.940 hectáreas cultivadas hace un año. En ese descenso de su superficie mucho ha tenido que ver el año tan desastroso que ha vivido este cultivo que, en momentos puntuales de la campaña, llegó a cotizar, incluso a 0,20 euros el kilo.

En cualquier caso, desde la Administración andaluza advirtieron de que "estos datos son estimados" y, de hecho, quedan pendientes de la recogida de "más información a lo largo del mes de agosto y parte de septiembre".

Isabel Fernández