No es para menos, en los dos últimos años se han multiplicado las comunidades de regantes con problemas, especialmente las más pequeñas. A ello se suma que, al contrario de lo que han hecho los ayuntamientos de El Ejido o Roquetas de Mar, que empiezan a obtener agua desalada para el consumo humano, el Consistorio de la capital sigue extrayendo agua cada día de los Pozos de Bernal, en el término municipal ejidense. Desde COAG Almería, su secretario provincial, Andrés Góngora, ha adelantado a FHALMERÍA que, "de no haber acuerdo para que el agua la aprovechen solo los agricultores de la comarca, éste va a ser motivo de movilizaciones en otoño".

Cabe recordar que la capital cuenta con una desaladora, construida con fondos europeos, con la que se garantiza la disponibilidad de agua para consumo humano. Al respecto, Góngora ha asegurado que "la excusa de que utilizar agua desalada supondría un elevado sobrecoste en la factura para los ciudadanos no se ajusta a la realidad". Y es que, como ha subrayado, "supondría, como mucho entre 3 y 4 euros más".

Góngora ha explicado que "las necesidades hídricas del Poniente son de 140 hectómetros cúbicos al año, el Ayuntamiento de Almería asegura que antes extraía 30 anuales de los Pozos de Bernal y ahora 11, existen serias dudas de que haya disminuido realmente esa cantidad, lo que supondría que, si dejaran de extraer agua, representaría un 20 por ciento de lo que necesita el sector en el Poniente al año".

Además de la Comunidad de Regantes Sol Poniente, que está sorteando la escasez hídrica con la mezcla de agua desalada, lo poco que les llega ya del Pantano de Benínar y lo que extraen de sus pozos, los que tienen agua de mejor calidad y los de peor, Andrés Góngora ha resaltado también las dificultades hídricas que atraviesan otras comunidades de regantes en Vícar y la zona norte del municipio de El Ejido.

El problema, más que de escasez de agua es de la calidad de la misma. Esta situación se vivió ya en Níjar, hace 25 años. La situación en el Poniente es diferente, en el Campo de Níjar se especializaron en tomate y sandía, productos que permiten una mayor conductividad, un pepino, por ejemplo, requiere, por el contrario, agua de excelente calidad.

Antonio Navarro, director del programa de Radio Luz Dalías ‘Bajo Plástico', considera que "el problema existe desde hace mucho tiempo, pero también hay mucho politiqueo detrás y no se hace nada por solucionarlo". Navarro, que también pertenece a una comunidad de regantes, lamenta que se están salinizando los acuíferos con entrada de agua marina en Balanegra y Aguadulce.

En la cuenca del Río Adra, Juan Vidaña, de la Comunidad de Regantes Río Adra, asegura que "los pozos de hasta 40 metros se han secado y en los de 80 ha bajado el caudal y aumentado la conductividad". En concreto, "han pasado de una conductividad de 0,7-0,8 a 1-1,1".

Rafa Villegas