ASAJA ha recordado que la lluvia, siempre que no caiga en forma de gota fría, es bienvenida por esta necesidad de recargar los acuíferos y embalses de la provincia y que las incidencias registradas, salvo alguna excepción, no son cuantiosas y el beneficio en los cultivos, principalmente en los de la zona de interior, es notable, ya que, por ejemplo el olivar, que ahora se encuentra en plena recolección, estaba muy necesitado de lluvias.

En la zona litoral, tanto en el Poniente como en el Levante, donde predomina el cultivo de invernadero, lo que queda de manifiesto es la necesidad de mejorar las inversiones en infraestructuras para la recogida de pluviales y evitar el arrastre de tierras.

Por su parte, agricultores y vecinos de La Cañada de las Norias miran con preocupación el estado del nivel de la Balsa del Sapo, que se habría visto incrementado en unos 40 centímetros, por lo que se hace necesario dar una salida urgente al agua embalsada hasta alcanzar los márgenes de seguridad; para ello, se sigue apostando como mejor salida por la utilización de esa agua para regadíos.

En opinión de ASAJA, queda patente que las lluvias que se registran tienen cada vez un mayor carácter torrencial, por lo que han insistido en la necesidad de llevar a cabo medidas preventivas, así como contar con un buen sistema de recogida de aguas pluviales y en un buen mantenimiento de la red de caminos rurales en toda la provincia. También en este sentido es prioritaria la limpieza y conservación de las diferentes ramblas, ya que los daños podrían haber sido mayores.

Desde ASAJA han afirmado, además, que se solidarizan con aquellos agricultores y empresas que han sufrido daños y, es más, se han puesto a su disposición para ayudarles en todo lo que esté a su alcance para solventar su problema, incluida la obtención de créditos para reparar los daños.

Por último, han querido recordar que el 1 de diciembre se abre una nueva campaña de seguros para los cultivos bajo plástico dirigida a la cosecha de primavera, por lo que aconsejan a los productores que, para evitar situaciones de riesgo, aseguren su cosecha.