P.- ¿Cuál debería ser, bajo su punto de vista, el claro objetivo a cumplir por parte de las empresas andaluzas en esta edición de la feria?
R.- El objetivo principal es, sin duda, aumentar mercado. Afianzar las relaciones comerciales ya existentes también es importante, pero este marco es una oportunidad inmejorable para ganarse el favor de nuevos compradores. Las exportaciones agroalimentarias llevan varios años creciendo y, actualmente, somos la primera Comunidad Autónoma en estas ventas, pero siempre hay margen de mejora y los países emergentes son un nicho de mercado aún por explotar. Además, este encuentro es un buen foro para conocer las tendencias actuales y así planificar mejor la producción andaluza, ajustándola a las demandas de los clientes.

P.- Fruit Logistica no es solo el gran escaparate mundial de las frutas y hortalizas, sino también de toda la innovación dentro de este sector. Teniendo esto en cuenta, ¿qué tiene Almería que seguir mostrando en este marco?
R.- Esta feria es una buena oportunidad para poner en valor la apuesta de los productores almerienses por la sostenibilidad y la bioeconomía. Un buen ejemplo es la puesta en marcha de las Líneas de Actuación en Materia de Gestión de Restos Vegetales en la Horticultura de Andalucía, una cuestión crucial para el sector que entronca directamente con la mentalidad europea, donde los consumidores están muy concienciados con la necesidad de avanzar en un modelo de producción respetuoso con el medio ambiente y basado en una economía circular. Además, Fruit Logistica es una buena plataforma para promocionar en todo el mundo la alta calidad y la innegable seguridad de los alimentos del campo andaluz, avalada por los numerosos controles y el sistema de trazabilidad implantado en toda la cadena alimentaria.

P.- Almería está a punto de superar el ecuador de su campaña, ¿qué balance hace del ejercicio hasta el momento?
R.- Aún es pronto para calificarla, y aunque las perspectivas son buenas, debemos ser prudentes porque quedan meses clave como febrero, marzo o abril, cuando finalmente se perfilará el año agrícola. Con los datos de los que disponemos a día de hoy, podemos decir que la campaña 2016/2017 se está caracterizando por unos buenos precios. Por ejemplo, la cotización del calabacín, la berenjena y el pepino presentan un aumento del 20% respecto a la campaña anterior, el pimiento mantiene unos precios altos y el tomate mejora este año entre un 10% y un 20%. Esta situación de los productos almerienses se debe a unas temperaturas otoñales normales, que han evitado que se repitan los excesos de cosecha registrados en determinadas semanas de la campaña anterior y a que otros países, como Holanda e Italia, están produciendo menos en los meses que compiten con Almería. Pero, insisto, debemos tener cautela en nuestras valoraciones porque aún queda mucha campaña por delante.

P.- Una de las buenas noticias de esta campaña, al menos hasta ahora, es el reinicio de la exportación de pimiento a Estados Unidos. ¿Qué valoración le merece este hecho y hasta qué punto considera que el norteamericano es un mercado interesante para Almería?
R.- Positiva, por supuesto, porque la reapertura supone contar con un mercado más para nuestros productos y avalar la calidad de los pimientos de Andalucía que, de otra forma, se ponía en tela de juicio por un caso concreto y aislado a pesar de que la práctica totalidad de la producción del territorio cumplía con las exigencias para su venta en todo el mundo. Es triste que en ocasiones los agricultores que tanto se esfuerzan en ofrecer alimentos con la máxima calidad tengan que verse afectados por un ejemplo aislado que ensombrece su labor.Desde el Gobierno andaluz hemos apoyado a los agricultores desde el principio y ofrecimos nuestra colaboración al Gobierno central, mediante una carta enviada a la ministra, para trabajar conjuntamente en la apertura de nuevo de este mercado. Además, a nivel internacional, invité personalmente a la Embajada de los Estados Unidos a que visitara las explotaciones andaluzas y comprobara en primera persona la alta calidad de sus producciones. La consejera para Asuntos Agrarios, Rachel E. Bickford, aceptó esta oferta y en abril visitó la dehesa cordobesa y fincas agrícolas de Almería.

P.- La provincia es, hoy por hoy, una gran potencia exportadora; no en vano, según el último informe de Cajamar, Almería exportó durante la última campaña las tres cuartas partes de su producción, sobre todo a Europa. ¿Qué posibilidades reales hay de llevar el producto de la provincia a otros mercados más lejanos fuera del Viejo Continente?
R.- Según los últimos datos de que disponemos, elaborados por EXTENDA-Agencia Andaluza de Promoción Exterior dependiente de la Consejería de Economía y Conocimiento, entre enero y octubre de 2016, la provincia de Almería exportó alimentos y bebidas valorados en cerca de 1.950 millones de euros, un 4% más que en los mismos meses del año anterior. Esto muestra las buenas perspectivas del sector en los mercados internacionales y, sobre todo, supone un aliciente para quienes se arriesgan a ir más allá y buscar nuevos clientes. Posibilidades hay, ya que actualmente el mercado asiático, por ejemplo, no tiene un gran peso en las exportaciones de la provincia y estos países están emergiendo como economías con buenas perspectivas de negocio.

P.- ¿Está causando ahora el veto de Rusia menos daño a las exportaciones hortofrutícolas andaluzas y almerienses?
R.- Desde que se iniciara el bloqueo en 2014, los productores afectados por estas limitaciones en las exportaciones han tenido que buscar vías alternativas para continuar creciendo en internacionalización que es, sin duda, el camino de futuro para mejorar la rentabilidad de las explotaciones. Los profesionales del campo de Andalucía han afrontado este reto con valentía y han logrado reducir el impacto del veto ruso. Aún así, creo que debemos reflexionar sobre la injusticia de que un solo productor andaluz se vea afectado por esta circunstancia geopolítica de la que no son responsables los trabajadores del campo.

P.- Recientemente, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunció que se están articulando los mecanismos para que los agricultores de subastas puedan acceder a las ayudas destinadas a las OPFH. ¿Hasta qué punto era necesario dar respuesta a esta "reinvidicación histórica", tal y como la calificaron desde ECOHAL?
R.- Se trata de un paso muy importante que podría suponer un incremento de las ayudas que recibe Almería para las actuaciones que las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) desarrollan a lo largo del año. Según nuestros cálculos, si todos los productores que actualmente no están integrados en una OPFH solicitaran estas subvenciones, Andalucía podría llegar a recibir hasta 110 millones de euros más de las arcas comunitarias, de los que aproximadamente tres cuartas partes se dirigirían a la provincia de Almería. Unos fondos que no se detraerían de otro ingreso, sino que se sumarían al total que ya reciben los agricultores para apoyar su esfuerzo diario.

P.- Su Departamento trabaja, asimismo, en el próximo Plan Estratégico de la Agroindustria. ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cree que Almería debe dar el salto y ya no solo producir hortalizas, sino también elaborarlas?
R.- El objetivo general del Plan Estratégico para la Agroindustria de Andalucía 2016-2020 es mejorar la competitividad, promoviendo la creación de empleo de calidad y favoreciendo el equilibrio dentro de la cadena agroalimentaria. Esta estrategia comprende estrategias orientadas a ganar en eficiencia y dimensión con el fin de generar un tejido empresarial extenso, diversificado, fuerte y sostenible. En cuanto a la diversificación de la producción almeriense, el sector ha realizado ya muchos avances, aunque, como en todo, siempre es posible continuar mejorando. Innovar apostando por nuevas producciones, más adaptadas a la demanda de los consumidores, por la IV y V gama que tan buena acogida tienen en los mercados... Estas son algunos ejemplos de iniciativas que aumentan el valor añadido de los alimentos y, por tanto, contribuyen a mejorar la renta de los productores y a generar empleo.

P.- La seguridad alimentaria es una cuestión que cada día preocupa más a las grandes cadenas de distribución, que aumentan sus exigencias y, de hecho, continúan fijando sus propios LMR. Hasta la fecha, la lucha integrada ha sabido dar respuesta a esas exigencias, sin embargo, ¿considera que habría que ir más allá? ¿Cree que el ecológico debe ser, con el paso del tiempo, el modelo de cultivo al que tienda la provincia?
R.- La agricultura ecológica es, sin duda, una buena opción, pues se trata de productos muy bien valorados en los mercados internacionales. Es cierto que la conversión a este tipo de producción, que debe hacerse con todas las garantías y el mayor rigor, conlleva una inversión por parte de los agricultores y ganaderos, pero se trata de un desembolso que se ve recompensado por el precio en el mercado y la posibilidad de llegar a un consumidor concienciado con la necesidad de preservar el entorno natural. Pero tampoco hay que abandonar la producción integrada, no son opciones contrapuestas. El control biológico, por ejemplo, es común a ambos métodos de producción y una de las señas de identidad de Almería en la que se puede seguir ahondando. Por nuestra parte, el compromiso del Gobierno andaluz se plasma, entre otras actuaciones, en la convocatoria de incentivos para el sector ecológico por un valor global de 236,4 millones de euros en 2016 y la aprobación del III Plan Andaluz de la Producción Ecológica, Horizonte 2020, en julio del año pasado. El objetivo de esta planificación, cuyo presupuesto inicial supera los 300 millones de euros, es consolidar el liderazgo nacional y europeo de la Comunidad Autónoma en este ámbito.

P.- ¿Por dónde pasa el futuro de la agricultura de Almería?
R.- A nivel comercial, el sector hortícola de Almería ha avanzado mucho en la última década en concentración de la oferta o en la apertura de nuevos canales comerciales, pero aún queda camino por recorrer para seguir mejorando en algunos aspectos de la comercialización. Por ejemplo, habría que analizar posibles mejoras en el sistema logístico que permitan llegar con agilidad y eficiencia de costes a todos los mercados en los que están presentes nuestros alimentos. Por otro lado, existen otros asuntos en los que podría seguir avanzando Almería como, por ejemplo, continuar mejorando sus estructuras de producción, que inciden en gran medida en el mantenimiento del tejido socioeconómico vinculado a la actividad agrícola de la provincia. Y para respaldar a los agricultores en estos proyectos, la Consejería abrió en diciembre una convocatoria de ayudas a la modernización de invernaderos dotada con 20 millones de euros. Además, también sería positivo continuar avanzando en la diferenciación de los productos gracias a su calidad y sostenibilidad, en la aplicación de las últimas novedades a la producción y comercialización agroalimentaria como, por ejemplo, nuevos envases, y en aumentar la disponibilidad de los alimentos en los mercados, tanto en el ámbito temporal como espacial.

Isabel Fernández