Cada campaña es un mundo y los agricultores se enfrentan a diversos gastos, algunos de ellos necesarios, para poder realizar un ejercicio agrícola adecuado tanto a las necesidades del invernadero como de la variedad hortícola que se vaya a plantar en cada periodo. En este sentido, los gastos de amortización a los que tuvo que hacer frente el agricultor almeriense en la campaña 2015/2016 supusieron un gasto final de 12.215 euros por hectárea, una cantidad algo menor que la registrada en el ejercicio precedente, pero con apenas variaciones. De hecho, según el ‘Análisis de la Campaña Hortofrutícola de Almería 2015/2016' elaborado por la Fundación Cajamar, una vez más, la estructura de invernaderos es el punto más costoso para el productor, ya que en esta ocasión, cada agricultor gastó 4.505 euros por hectárea en la mejora o modernización de la finca, es decir, un 0,9 por ciento más que el curso anterior, cuando el coste fue 4.463 euros por hectárea. Este apartado, el de estructura de invernaderos, supone casi el 8 por ciento del total del gasto anual del productor agrícola solo por detrás de la mano de obra, el gasto de semillas y plantones y el de servicios. Y es que, dentro de la estructura de costes de producción anual de una explotación tipo, el apartado de estructura de invernaderos sigue incrementando sus gastos por tercera campaña consecutiva, según el informe de la Fundación Cajamar.
En segundo lugar, dentro de los gastos de amortización, el plástico es el producto que más inversión requiere en un agricultor. De hecho, durante el curso 2015/2016, el productor tuvo que desembolsar la cantidad de 3.224 euros por hectárea, eso sí, un 4,1 por ciento menos que el ejercicio anterior, cuando el gasto, sin duda, fue mayor hasta llegar a los 3.361 euros por hectárea. De hecho, en las tres últimas campañas, es en esta que se analiza (2015/2016), en la que el desembolso ha sido menor. Así las cosas, en esta ocasión, el plástico ha supuesto el 5,6 por ciento del total de los gastos anuales de una explotación tipo.
Por otro lado, el gasto que el agricultor tuvo de sustrato y/o enarenado en el curso 2015/2016 fue de 2.280 euros por hectárea, un 0,7 por ciento más que el ejercicio anterior, cuando la cifra desembolsada fue de 2.264 euros.
Por detrás se encuentran otros gastos de amortización generales que, en total, supusieron 960 euros al productor, mientras que el sistema de riego tuvo un gasto, por parte del agricultor, de cerca de 800 euros por hectárea. Finalmente, el gasto de amortización menos elevado fue, en esta ocasión, el de balsa de riego, puesto que no llegó ni a los 450 euros por hectárea, por lo que solamente ha supuesto el 0,8 por ciento de los gastos anuales de una explotación tipo.
Por todo ello, y a modo de resumen, el total de los gastos de amortización de la campaña 2015/2016 han sido el 21,4 por ciento del total de los gastos anuales.

Elena Sánchez