La Cámara aboga porque se garantice al cien por cien el transporte de los productos almerienses con Cataluña

La Cámara de Comercio de Almería, ante la crítica situación provocada por el movimiento independentista de Cataluña, en clara rebelión contra las instituciones democráticas, la Constitución y su propia legislación autonómica, quiere reiterar su más firme compromiso con la Constitución y el ordenamiento vigente, al tiempo que respalda cualquier acción tendente a preservar el Estado de Derecho.

El respeto a la Constitución y a la legalidad es la principal garantía de la convivencia democrática, y por tanto de un sistema político en el que tanto los empresarios como los trabajadores necesitamos de unas reglas de relación que nos homologan con los países desarrollados de Occidente. Por ello, la Cámara quiere mostrar con toda claridad su apoyo al Gobierno español en defensa de la legislación vigente, al sistema judicial y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad DEL Estado.

En este contexto de convulsión y alteración de la normalidad democrática , que pudiera atentar y afectar gravemente a la buena marcha de nuestra economía y de nuestros sectores empresariales, teniendo en cuenta sobre todo a los productos perecederos que forman parte de esas 20.000 toneladas que suman los 900 camiones diarios que salen desde Almería con destino a los mercados europeos, la Cámara de Comercio solicita y apoya que se garantice al cien por cien su transporte.

Bajo ningún concepto se puede admitir ni permitir que un sector de la población someta al resto de sus conciudadanos a la presión, el chantaje y la amenaza erigiéndose en agentes de una autoridad que ellos mismos se arrogan.

La Cámara, que asume las declaraciones institucionales realizadas estos días por la Cámara de España y el Consejo Andaluz de Cámaras, aboga porque, una vez superada esta crítica situación, generada por la anárquica deriva de un sector independentista cuyo único objetivo parecer ser minar la solidez del estado derecho, se restablezcan las vías de dialogo con aquellos interlocutores tengan como principal regla de juego, el respeto a la Constitución, a las leyes y al Estado de Derecho.