El sector del plástico es muy intenso y tecnológico, ¿cómo comenzó su andadura profesional en el mismo?
- Durante varios años fui cogiendo experiencia al trabajar para empresas internacionales en diferentes países hasta que regresé a España de la mano de Politiv, una empresa de producción de plástico, con sede en Israel. Encontré en el plástico un producto significativo a la hora de invertir el agricultor, y del que no se conoce todo el desarrollo de alta tecnología que hay detrás del mismo. Estamos en un mercado que es, por definición, muy tecnológico e intensivo, como es el sector de los invernaderos, por lo que el plástico es uno de los insumos que más rápido debe evolucionar y adaptarse a nuevas necesidades, nuevas variedades, etc.

Politiv Europa ya está implantada en el sector almeriense, ¿qué productos ofrece y qué otras zonas de producción cubren o tienen intención de trabajar próximamente?
-Politiv llegó a El Ejido en abril de 2016, como Politiv Europa, subsidiaria de Politiv Israel. Tenemos un almacén en Santa María del Águila, donde mantenemos stock de plásticos de cubiertas térmicas de tres años, doble techo de tres tipos diferentes, mallas anti-insectos, entre otros, para poder dar servicio inmediato. El año que viene vamos a incorporar acolchados muy innovadores que ya se están usando en Israel para mejorar la humedad ambiental, la temperatura del suelo y otros factores que hacen al microclima del invernadero. El objetivo a mediano palzo es ampliar nuestra presencia a través de distribuidores y otro almacén propio para llegar al resto de España y a Portugal. Más que distribuidores, una red de socios. Ya tenemos en Motril a Dema Costasur que nos representa. El plan de inversiones de Israel acompañará todo este proceso con el objetivo de ser reconocida como una marca de plásticos de excelente calidad y precio.

Politiv trabaja con numerosos aditivos que se le pueden añadir al plástico para lograr el más adecuado según las necesidades de cada invernadero. ¿Qué otra línea de innovación ofrece la empresa y que estén adaptadas a Almería?

-Además de los plásticos de alta transmisión como novedad, llamados Diamond, hay plásticos anti-insectos o antivirus, que bloquean una franja de luz en la que los insectos están más activos, por lo que se reduciría la incidencia de insectos dentro del invernadero y, por consiguiente, bajaría la incidencia de enfermedades dentro del mismo. Esto no implica que no se deba usar mallas antivirus o la correcta ventilación del invernadero, es un complemento más. La otra línea de innovación es la de un plástico anti-vaho/antigoteo, con propiedades químicas totalmente diferentes que revolucionaría la producción de films de este tipo.

Además de plástico, ¿Politiv trabaja con otros productos que sean complementos y mejoren el rendimiento del cultivo?
-Politiv compró la fábrica de mallas MeteorNets, que está en Demona, Israel. Son un complemento al plástico. Las mallas antitrips o anti-insectos son las que más se usan en Almería y en dos tipos diferentes, la de 40 mesh 1016 o la de 50 mesh 1020, en blanco y negro. La patente más interesante e innovadora en este sector es Bionet, que tiene aditivos que consiguen modificar la franja de la absorción de luz UV.

A modo de conclusión, ¿qué aspecto a conseguir es el más importante para Politiv Europa a corto plazo en el sector agrícola almeriense?
-Para nosotros, el mayor objetivo es que el agricultor o instalador tenga total confianza en nuestro producto y en el servicio que somos capaces de dar. Somos un equipo pequeño, pero que estamos en contacto directo con el mercado, por lo que tenemos la capacidad de ofrecer el plástico de un día para otro o en el mismo día, incluso. Conseguimos tener un servicio personalizado, más allá de la calidad que, de por sí, tienen nuestros plásticos. Servicio y calidad son nuestro valor agregado y a disposición de nuestros clientes.

Elena Sánchez