Todos los asistentes a la reunión coincidieron en señalar que la ausencia de precipitaciones, ocasionada por el cambio climático, está provocando en toda la provincia de Almería una situación de déficit hídrico que sólo puede ser cubierta con alternativas tecnológicas que ayuden a preservar los recursos tradicionales. "Los agricultores somos los primeros interesados en mantener y mejorar los recursos hídricos que tenemos y para ello estamos dispuestos a utilizar una mayor cantidad de agua desalada en nuestras explotaciones" señaló el Presidente de ASAJA, Francisco Vargas.

"Almería es un ejemplo de ahorro de agua, también de inversión privada para obtener y garantizar este recurso, por eso es necesario que todas las administraciones pongan de su parte para agilizar la puesta en marcha de los posibles recursos existentes en todas las cuencas que influyen sobre la zona noreste de Almería", señaló Pascual Soler, en representación de REGA.

Durante el encuentro también se señaló que en esta comarca se está pagando el agua para regadío más cara de toda España, lo que hace que también baje la rentabilidad de las explotaciones agrarias y ganaderas, por ese motivo y para seguir manteniendo la actividad, no se puede renunciar a que cuando haya disponibilidad de agua embalsada se reanuden los trasvases desde Tajo-Segura y Negratín, e incluso sería interesante profundizar en otros posibles trasvases de otras cuencas existentes.

La puesta en marcha de la desaladora de Villaricos y la autovía del agua fueron dos propuestas directas de los agricultores asistentes a los parlamentarios populares que por su parte se comprometieron a interceder por la comarca con los gobiernos central y andaluz, cada uno en sus competencias, para intentar agilizar la disponibilidad de estos recursos, así como de otros que pedirán para un corto y medio plazo.

En cuanto al precio del agua desalada se volvió a insistir en la necesidad de revisar el decreto de sequía de Andalucía para que se pueda activar, sin perjuicio a las concesiones existentes, incentivando un mayor consumo de agua desalada que permita no perder competitividad al sector, y obtener deducciones fiscales y de otra índole para aquellos que utilicen agua desalada para la agricultura tal y como lo viene haciendo desde hace bastantes años la Comunidad Autónoma de Murcia.