"Necesitamos agua a un precio justo, tal y como rezaba el lema de hoy Sin agua, desierto y paro es una verdad incontestable y una realidad que estamos empezando a ver en la provincia donde más de 6 mil hectáreas se están jugando su supervivencia y los agricultores miramos con preocupación la situación ya que las pérdidas económicas son ya importantes tanto para agricultores como para las empresas, además de la pérdida de empleos y por tanto de riqueza para esta zona", continúa Soler.

Además ASAJA recuerda que los agricultores siguen esperando ese Pacto Nacional que sirva como base para las políticas hidrológicas, que tenga el consenso necesario y tenga en cuenta las necesidades y la aportación económica que genera el sector agroalimentario, y en especial el hortofrutícola, para la economía del país.