El uso del control biológico de plagas en todos los ciclos de cultivo juega un papel fundamental, como reconoce la legislación vigente cuando determina que es obligatorio elegir el control biológico como método prioritario durante toda la campaña. En este sentido, la obligatoriedad de utilizar los organismos de control biológico viene reflejada en la Orden de 29 de diciembre de 2014 de la Junta de Andalucía relativa al control de virosis, que especifica textualmente que en las medidas obligatorias para el control de plagas "se emplearán estrategias contrastadas y eficaces con organismos de control biológico desde el inicio de la plantación hasta el arranque, con el objetivo de asegurar un correcto estado fitosanitario de los cultivos"

 

La relajación en el uso del control biológico durante la primavera y el verano tiene consecuencias directas en la sanidad vegetal. No hay más que ver en estos momentos la creciente presencia de plagas como mosca blanca, trips o araña roja, con mención especial al incremento de la población de ‘rosquilla verde' (Tuta absoluta) en tomate. Los descuidos en el control biológico al final se pagan caros, como sucede ahora, cuando se registra un incremento de las principales plagas por no haber respetado escrupulosamente los protocolos del control biológico.

 

Desde Koppert, han denunciado en numerosas ocasiones que se ha relajado el uso de enemigos naturales en los cultivos de primavera, melón y sandía (incluso en otros de otoño) utilizando dosis ‘homeopáticas' o simplemente para ‘cumplir el expediente' con las administraciones y clientes. Esto es un error que ya ha quedado patente en muchas ocasiones con importantes consecuencias. "Si no llegamos al final de la campaña de estos cultivos con utilización de dosis suficientes de organismos de control biológico que bajen las poblaciones de plagas y las mantengan bajas hasta el final del ciclo, nos encontramos una proliferación de estas plagas que en el arranque pasan a invadir los nuevos cultivos", manifiestan. 

 

Por todo ello, el control biológico con dosis adecuadas en los cultivos de primavera debe realizarse obligatoriamente, para garantizar una mayor limpieza y seguridad al iniciar la nueva campaña. Descuidar el control biológico en primavera significa tirar por la borda todo el trabajo de control integrado de plagas realizado durante el invierno, y en consecuencia, comenzar la nueva campaña en una situación de claro riesgo para la salud de los cultivos porque habremos permitido que nuestro invernadero aloje plagas residentes con poblaciones en cantidad suficiente como para acarrear graves problemas.