El Ayuntamiento de El Ejido continúa poniendo en marcha distintas acciones encaminadas a promover y dar a conocer entre todos los agentes del sector agrícola el contenido de la 'Ordenanza de Invernaderos y su Entorno'. En esta ocasión, se trata de una ronda de charlas por diferentes empresas relacionadas con la comercialización hortofrutícola y la empresa auxiliar para explicarles a los trabajadores de las mismas e incidir en las numerosas ventajas que acarrea la aplicación de este documento pionero en esta materia.
El concejala de Agricultura, Manuel Gómez Galera, junto a técnicos municipales, ha sido el encargado de impartir la primera de estas charlas que ha tenido lugar hoy en Hortalán una de las empresas líder en el mercado dentro de la agricultura intensiva bajo plástico, especializada en el cultivo sin suelo, dedicada a la comercialización y distribución de productos fitosanitarios y sustratos hidropónicos junto con el asesoramiento y la asistencia técnica personalizada. Creada en 1998, engloba una amplia experiencia recopilada a lo largo de los años y un enorme compromiso con la conservación del entorno. Además, destaca su compromiso con la agricultura sostenible, su continua innovación y la tarea constante de la mejora de su calidad.
El responsable local ha remarcado que "a través de estos encuentros, se pretende acercar al tejido empresarial y, a su vez, a los agricultores a una normativa que viene a regular el entorno agrario, a mejorar la imagen de nuestro campo y a proteger el suelo agrícola, que es nuestro recurso más preciado".
Como se recordará hace algunas semanas, la Sala B acogió una charla en esta materia que ofreció algunos de los aspectos más importantes de este relevante documento municipal que cuya elaboración contó en su momento, también, con el consenso del sector y la adaptación a la normativa vigente.
Remarcar que durante el acto de hoy, Gómez Galera ha dado cuenta de los aspectos más importantes que recoge ésta de cara a garantizar la sostenibilidad del campo como es la gestión de los restos vegetales, la disciplina en torno a este tipo de suelo, las medidas cautelares de paralización de construcción de invernaderos o los sistemas de recogida de pluviales.
En esta línea, cabe recordar que el equipo de gobierno lleva años trabajando y analizando cada uno de los puntos de esta ordenanza para configurar finalmente una normativa que responde a la inquietud local de ofrecer la mejor imagen de nuestro campo y de su principal pilar económico, la agricultura.
Como aspectos más significativos, esta Ordenanza establece la exigencia de disponer en el exterior de las explotaciones agrícolas las conocidas como ‘infraestructuras verdes' o ‘setos verdes', en una superficie de un 1 % del total de la explotación, que computa dentro del 15 % de espacios libres, y que se puede ubicar bien en el perímetro o en una zona concreta, con plantas autóctonas fácilmente adaptables a nuestro clima.
La finalidad es que las plantaciones de especies vegetales autóctonas (Romero, Tomillo, Hinojo o Esparto, entre otras), que no sean reservorio de virosis hortícolas, ofrezcan una floración escalonada capaz de ofrecer recursos alimenticios y refugio a la fauna auxiliar beneficiosa durante todo el año. Las experiencias científicas y ensayos técnicos llevados a cabo demuestran la relación existente entre la presencia de vegetación autóctona en el exterior de los invernaderos y la eficiencia del control biológico.
Por ello, el concejal ha incidido en el hecho de que "fomentamos la lucha biológica, hacemos nuestra agricultura más sostenible y competitiva al ir en la línea de los objetivos que marca Europa y las propias exigencias de los mercados internacionales".
El documento, por otra parte, regula y detalla las características que deben de tener los sistemas de recogida de pluviales de las explotaciones agrarias para mitigar y solucionar los problemas de impermeabilidad e inundaciones que sufre el municipio al establecer la obligatoriedad de dotar a las fincas de sistemas de recogida que absorban un volumen de agua de 35 l/m2.
Otro aspecto significativo, establece la obligación de justificar la gestión de los residuos domésticos generados en la propia explotación agrícola, la calificación ambiental de emplazamientos para alimentación ganadera y la declaración responsable para la autogestión de compost en la propia finca. De igual modo, en materia de higiene rural contempla el desarrollo de ejecuciones subsidiarias en parcelas en mal estado.