En cuanto al resto de productos hortofrutícolas, la situación es también muy preocupante. Y es que, por ejemplo, los agricultores que aún tengan pepino francés en sus fincas los están vendiendo, a fecha de 15 de junio, entre 4 y 9 céntimos de euro el kilo, mientras que el corto no pasa de los 29 céntimos y el tipo Almería no supera los 32.

La situación no es más halagüeña en el caso del calabacín, con precios que oscilan entre 6 y 20 céntimos de euro el kilo, en el caso del normal, y entre 7 y 19 en el del gordo.

Las berenjenas también han perdido valor en los últimos siete días, pasando de cotizar entre 21 y 42 céntimos el kilo en Agroejido, el día 8 de junio, a hacerlo entre 13 y 26 céntimos, siete días más tarde.

Los pimientos también han seguido una línea de precios descendente, con el claro ejemplo del italiano, que ha pasado de venderse entre 35 y 59 céntimos de euro el kilo, el día 8 de junio, a hacerlo entre 20 y 44, el día 15 del mismo mes.

En cuanto al melón, esta fruta está siguiendo la misma línea que la sandía. Así, este tipo de melón se vendió siete días atrás a 51 céntimos en Agroejido, mientras que una semana más tarde no pasa de los 21 céntimos por kilogramo.

El producto que ha perdido menos valor, incluso ha ganado precio en alguno de sus tipos, es el tomate. Así, el larga vida de calibre M se vendió el 15 de junio en CASI a 45 céntimos de euro el kilo, cuando una semana antes se comercializaba entre 16 y 28 céntimos. También han ganado valor el tipo Daniela, al pasar, en el mismo período comparativo, de venderse entre 14 y 43 céntimos el kilo a hacerlo entre 16 y 49 y, sobre todo, el cherry rama, que ha pasado de venderse a un único corte de 59 céntimos, el día 8 de junio, a oscilar entre 66 céntimos y 1,02 euros por kilo, siete días después.

Rafa Villegas