JCUAPA amplía hasta el 31 de agosto el proceso de adaptación de estatutos para el plan de recuperación definitivo

La adaptación de los estatutos de la Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente (JCUAPA) que permitirá la puesta en marcha del plan definitivo para la recuperación del acuífero inferior culminará el próximo mes de septiembre. Inicialmente, estaba previsto finalizar el proceso ayer lunes, pero la Junta de Gobierno de la JCUAPA ha decidido ampliar el plazo con el objetivo fundamental de garantizar la transparencia del proceso y el acceso a toda la información del expediente.

Esta ampliación beneficia especialmente a los nuevos miembros de la Junta Central que se han incorporado recientemente de forma voluntaria. Ahora dispondrán de más tiempo para conocer a fondo toda la información relativa a la adaptación de los estatutos, que debe realizarse por petición expresa de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, a fin de que la Junta Central de Usuarios reciba la autorización administrativa permanente para gestionar el plan de recuperación y sus decisiones tengan carácter vinculante para todos los titulares de derechos de agua pertenecientes a la masa 060.013 Campo de Dalías-Sierra de Gádor.

Por decisión de la Junta de Gobierno adoptada ayer, todos los miembros de JCUAPA recibirán copia de las propuestas de adaptación presentadas hasta la fecha, tanto por las comunidades de regantes como por los ayuntamientos. El próximo 31 de agosto será el último día para la presentación de propuestas. Está previsto celebrar una Asamblea General Extraordinaria en los primeros días de septiembre para culminar este proceso y dar luz verde al plan de recuperación definitivo.

El plan de recuperación del acuífero del Poniente almeriense comenzó con carácter provisional en 2017. Ese año se consiguió reducir las extracciones del acuífero sobreexplotado en 27 Hm3, mientras que el objetivo para 2018 es dejar de extraer 40 Hm3. La reducción de las extracciones en la masa de agua subterránea en mal estado se basa en el aprovechamiento de recursos hídricos alternativos procedentes de la desaladora del Campo de Dalías, el pantano de Benínar, las depuradoras y las aguas sobrantes del acuífero superior.