En cuanto a la Bioeconomía, ha puesto especial énfasis en que "la Estrategia andaluza permitirá lograr un modelo económico basado en la producción de recursos biomásicos renovables y su transformación sostenible en bioproductos, bioenergía y servicios para la sociedad". Finalmente ha insistido en otras herramientas puestas por la Junta de Andalucía a disposición del sector, muchas de ellas recogidas en el Plan Estratégico para la Agroindustria Andaluza, que cuenta con un presupuesto de 728 millones de euros para innovación en productos y procesos y la resolución de ayudas por 99,2 millones de euros para la mejora de la industria. A esto ha unido la transferencia de tecnología y conocimiento al tejido agroindustrial, así como las ayudas para la mejora de la tecnificación, I+D+i y digitalización.

El consejero, que ha participado en el VI Foro de la Empresa Agroalimentaria y la Distribución organizado por la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumeria (CAEA) y la Asociación Empresarial de Alimentos de Andalucía (Landaluz), ha querido poner en valor "el esfuerzo de todo el sector agroalimentario. Andalucía muestra músculo y experiencia tanto en el sector productor como en el transformador y el distribuidor", ha concluido.

En cualquier caso, la intervención de Sánchez Haro ha venido marcada por la realidad que vive la agricultura y la agroindustria andaluza, su aportación al PIB y los buenos datos de sus exportaciones, pero al mismo tiempo ha advertido sobre las grandes conquistas que debe de llevar a cabo el sector. Entre ellas está la permanente adaptación a un "excepcional desarrollo tecnológico que está impactando de lleno en todos los sectores y por supuesto en el agroalimentario, el auge del poder del consumidor (que marca la pauta en la demanda de productos) o la aparición de nuevos competidores, como los canales de venta on-line o el impacto de la robótica en la cadena alimentaria".