ASAJA-Almería apunta a que a pesar de que el inicio de la campaña daba buenas sensaciones, lo cierto es que en noviembre y sobre todo a partir de la segunda quincena los precios cayeron y hasta la fecha no se han recuperado, a lo que se une que se están produciendo dificultades para dar salida al producto, con lo cual la campaña y el corte de producto se ha ralentizado e incluso paralizado, señala Diego Castaño, responsable de cítricos de ASAJA. Este descenso en los precios de los cítricos se ha dado de forma generalizada, si bien el descenso en limón ha sido menos fuerte, siendo la mandarina la que peor resultado está ofreciendo en estos momentos.

Uno de los motivos de la situación es la mayor presencia de producto de otros países coincidiendo con el comienzo de la campaña española de cítricos, a lo que se suman los problemas ocasionados en el fruto por la climatología, especialmente por las lluvias, lo que ha provocado retrasos en la maduración y la recolección, de este modo el espacio en el mercado lo han llenado producciones de otros países (Sudáfrica, Turquía...) creándose el "caldo de cultivo" perfecto para que con una demanda aún por "despertar" se haya terminado por hundir los precios de naranja y mandarina, siendo este último uno de los más perjudicados por la situación, según constata ASAJA.

Así durante noviembre el valor medio de la naranja apenas ha alcanzado los 19 céntimos, un 17% por debajo de campañas anteriores, y la mandarina en función de la variedad también ha rondado los 21 céntimos, un 20% por debajo del precio de la campaña anterior, aunque en estos momentos su precio se ha desplomado por debajo incluso de los 15 céntimos.

La situación se está dando de forma generalizada en las principales zonas productoras del país y aunque esperamos que la situación se desatasque, se puede afirmar que la campaña temprana está perdida para muchos de estos agricultores.

Además, ASAJA critica que se estén produciendo situaciones abusivas hacia los agricultores, ya que algunos operadores comerciales están motivando la venta a resultas (es decir, sin precio), lo cual además de ser una práctica ilícita lleva aparejada una mayor depreciación en los precios, situaciones ante las que desde ASAJA animamos a los productores a denunciar a los organismos encargados de velar por el cumplimiento de la conocida como Ley de la cadena, evitando abusos y situaciones injustas para los productores.